El 2022 es el año perfecto para elegir vivir en paz.
Mucho de lo que ocurra en los 12 meses que vienen a partir de Enero 2022, dependerá de lo que elijamos en este Noviembre...
2022: AÑO DE EVOLUCIONES TRAS UN 2021 DE DECISIONES
Los mercados, al momento, están planificando el cierre de año, el quiebre vacacional, y la vuelta al trabajo y los negocios a partir de Enero.
En América Latina y otras sociedades, se está eligiendo autoridades para los próximos cuatro años, así como se está tomando decisiones que impactarán desde el 2022 en adelante en términos de precios, cantidades, ingresos, impuestos, subsidios, trabajo, empleo, inversión, ahorro, consumo, gasto, capitales, productos, servicios, rentabilidades, pérdidas, quiebras, deudas, intereses, tasas, multas, contribuciones, tarifas, tipos de cambio, comercio, balances y estados financieros, económicos, y sus resultantes en rendiciones de cuentas e informes políticos, ambientales, culturales, económicos y sociales.
UN 2022 EN LIBERTAD
Ciertamente, en un mundo libre, las elecciones de autoridades deberían servir para que cada una de las personas votantes pueda elegir cómo vivirá el día a día.
En América Latina, durante el 2020 y 2021 hemos pasado en el hogar semana tras semana, y en familia de mes en mes. Nuestra economía ha evolucionado de trimestre en trimestre, así como nuestra sociedad ha cambiado y se ha proyectado hacia un mundo desconocido un año tras otro.
No nos debe extrañar, por ello, que la política se vaya renovando hacia un mundo de cambio vs orden para lo que vendrá de lustro en lustro.
La política, tal como la cultura, suelen tender a lo conservador en tiempos de cambios, y hacia lo no conservador en tiempos de estabilidad. Sus cambios obedecen a los procesos humanos que se producen de década en década: esos que fueron capaces de generar el antropoceno y crear un impacto tan grande sobre nuestro entorno ambiental, que ha arrastrado nuestro clima consigo hacia cambios que, como las pandemias, no son observables sino solo de siglo en siglo.
LIBRES PARA VIVIR LAS PACES: POLÍTICA, AMBIENTE, CULTURA, ECONOMÍA, SOCIEDAD
En estas circunstancias, hacer Política, Ambiente, Cultura, Economía y Sociedad, es un tema de tiempo, y su tiempo ha llegado, ya no para promoverlo, pues está viviéndose.
Hacer las P.A.C.E.S. es un tema permanentemente preferido por la humanidad, y ya no es una exigencia, sino un modo de vida. Ya no debemos hablar para promoverlo, ni actuar para mostrarlo, sino vivirlo en silencio, actuando en concordancia con lo que ya es parte del ADN@+, post Diálogo Hexagonal.
Hacer las P.A.C.E.S. nos llena el quehacer de cada hora de trabajo o descanso. Solo queremos vivirlo en paz. Y quizá la tarea, más que técnica, es comunicacional, de modo de mostrar espacios de vida, ejemplos de proyectos que sumen acciones, y pequeñas sumas que en conjunto, hagan real el nuevo normal en la percepción global.
EVOLUCIONES Y AÑOS
Quizá el 2021 vaya a quedar registrado en la historia, como un año completo, de transiciones de salida en lo económico. Quizá se marque así como el 2020 fue rubricado como un año complejo, de transiciones de entrada en un proceso social no visto en un siglo.
El 2019, de su parte, quedó marcado como un año de revueltas y estallidos, al menos en América Latina, un poco suspendidas tras la pausa del 2020, pero que se ha decantado en el 2021, mirándose hacia el 2022.
Por ello, es bueno mirar al 2022 como el año de la vida de las PACES, a ser caminadas al ritmo que se respira, como una transición en lo político, y como el desencadenamiento de un proceso cultural no visto en medio siglo.
VIVIR LAS PACES
Al cierre del 2021, "Hacer las PACES" ya es algo real: algo que lo vivimos.
El 2022 será un año de transición no tanto en lo individual, hogareño y familiar, sino en lo social: si esa experiencia vital que todos hemos tenido se muestra en los votos y en los emprendimientos, como se está mostrando ya en los medios, el nuevo normal se volverá contagioso.
LA PAZ ESTÁ CON NOSOTROS
El vivir un "la paz esté con nosotros" es el lema del 2022, debido a que nos permite ser lo que somos, y no solo vivir, o hacer lo que deseamos o lo que queremos.
La identidad digital y positiva que nos deja la pandemia está ya clara para todos y cada uno de nosotros. Sabremos expresarla como humanidad, al cierre de este 2021 en las urnas para lo político.
No nos sorprendan los resultados que se obtengan.
Las señales vendrán de los hogares para lo ambiental, y de las familias en la forma de relacionarnos en lo cultural, de los mercados al marcarnos los gustos que se abren en lo económico, y en las preferencias por lo comunicacional que en redes y medios será lo que establezcamos como nuestro nuevo ser humano en lo social.
EL ROL DE LA TECNOLOGÍA
La tecnología ha venido a instalarse para permitir que todo aquello fluya en interacción, tras la transición: podemos estar al tanto de todo y de todos y la vida se ha vuelto realmente ya parte de una aldea global en la que lo que hagamos o dejemos de hacer tiene repercusiones. Por ello, el segundo vital que dediquemos a una u otra actividad, para vivir las paces o para crear desastres, marcará nuestra felicidad.
El ADN@+ está ya definido. Quizá es hora de no escribirlo mucho, sino de conversarlo a profundidad, de entrevistarnos en el uno a uno, o de dialogarlo en grupos pacifistas capaces de crear entendimientos y acuerdos, sin odios ni egos, sino en comunidades de profesión de fe, esperanza y amor al prójimo, con un renacimiento del saludo "la paz esté con nosotros", cambiado un poquito por el "las paces estén con nosotros".
No importa qué tipo de tecnología tengamos a la mano: siempre podremos estar cerca.
Si nos reencontramos vía tecnología de principios, y claro, vía tecnología de punta, podremos abrir mercados sin depender de los políticos profesionales, creando financiamiento para la protección de la verdadera política: esa que nace del votante, o para la protección del buen ambiente: ese que nos ha sido heredado para que lo conservemos mientras lo transformamos (curiosamente).
HACER LAS PACES es vivir la sana cultura de la productiva economía circular, y de la ejemplar sociedad de responsabilidades que todos queremos en nuestro entorno como fondo real para exigir cualquier derecho a posteriori.
EL ROL DE LA CONVERSACION
Habrá tiempo, de conversación en conversación, durante el 2022, para hacer investigación en cuanto al desarrollo sostenible hexagonal, ese que nos permite juntar a los hogares y familias con su entorno antedicho: de autoridades públicas electas democráticamente, de bienes y servicios privados representados por líderes corporativos con voz y presencia social, o en común acuerdo con organizaciones de sociedad civil que actúen fuera del estado y el mercado, en una tercera vía.
Más allá de esa vieja tradición de lo público-privado y no gubernamental, hay otros actores en lo hexagonal, que son relevantes para poder vivir las paces en lo micro y tener la paz en lo individual y micro: la existencia de comunidades, la academia y los medios, y por supuesto, la mirada hacia lo internacional y global.
Sin lo regional-global, lo académico-mediático, y sobre todo, lo comunitario, no podremos hacer las PACES entre lo público-privado y lo no gubernamental.
EL ROL DEL POST-DIALOGO
El Hacer las PACES es un tema público-privado-comunitario, en lo mínimo, en nuestra experiencia de trabajo de varios lustros en el Diálogo Hexagonal.
Esto no le quita rol a las ONGs: al contrario, las reordena como un espacio complementario a lo mediático y a lo internacional, creando una dinámica en la cual se puede reproducir lo académico con fuerza, para llegar a los hogares.
CONCLUSION: VIVIR LIBRES Y EN COMUNIDAD
Por ello, en contacto directo con el prójimo, más allá de lo académico y conceptual, o de lo normativo, estemos atentos al otro. Allí está el mundo real: de lo positivo, de lo que interesa aquí y ahora a los hogares y las familias, y por supuesto, a las comunidades, que son el centro del futuro de nuestros quehaceres por las P.A.C.E.S.:
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