Es tiempo de recuperar a Superman: Batman lo mató; trataron de resucitarlo pero no funcionó: la liga de la justicia quedó rezagada, anulada, y los Avengers ganaron la batalla comercial; de hecho, Thanos mató a la mitad de la población del mundo y fue un éxito de taquilla.
Escribo esto mientras leo en los chats de mi generación las felicitaciones por los cumpleañeros y los duelos por las muertes diarias, en igual proporción y con igual emoción: un sube y baja agotador.
Mientras tanto, en los noticieros y redes de los diversos países leo cómo se perfilan los congresos y asambleas, los repartos e impunidad.
A diario investigo y las cifras me muestran que en el gobierno ejecutivo, en el congreso y la justicia de los estados nacionales, locales y de organismos internacionales hay fracaso.
El estado no es un super héroe en estos tiempos.
Los países desarrollados tienen estados pequeños frente a su tamaño por ello; en ellos, Batman y Ironman, como empresarios, le ganaron a Superman, como estado super poderoso.
La tecnología permitió que Superman mantenga su lugar en la tierra, sin embargo: aterrice. La tecnología, por otro lado, ha dado hoy muerte a Superman, que depende de la academia, el mercado y la logística para algo tan simple como vacunar.
La tecnología puede volver a resucitar a Superman, también y sin embargo.
Es cuestión de que la política no pueda volver a matar a Superman. Aquello va a depender no solo del voto humano, sino de la acción ciudadana; no política: la niñez ya pasó.
El nuevo normal está llegando y nos invita a que recuperemos a nuestros héroes reales y su memoria verdadera.
En estos tiempos, Superman debe volverse como IronMan y dejar de pelear con el traumado Batman. Ironman tiene buen humor, es el empresario que viaja dentro de su entorno. Superman los supera: es capaz de viajar a otro mundo y aterrizar en comunidades de inversión de impacto.
El Congreso y Thanos
Esta fecha, en Ecuador, comienza un nuevo film y el nuevo congreso elige un nuevo director, que parece que no estará enfocado en la ganancia esperada de la población votante, sino en lograr complacer a la audiencia de diputados que, cual avengers sin poderes de fondo, se miden por su número de clones, su casting en función de su participación en films de terror, en toda fecha, en todo otro film que haya tenido a otro director, y no se haya dolido nunca del número de muertos de antes ni los de ahora.
No hay nada que esperar de los partidos como liga de la justicia: están por sus votos, cargos e instituciones. Los indicadores de confianza, credibilidad y resultados, gasto per cápita y sueldo por diputado, comparados con el gasto como porcentaje del PIB por habitante, entre países y continentes lo muestra.
Mientras tanto, una miriada de empresarios filántropos y donantes, han logrado producir vacunas, aliarse con universidades, empresas, y gobiernos liberales, curiosamente en lugares donde los tributos han sido menores y la competencia ha sido regulada.
El Mercado y la Comunidad
Los valores de los padres en los países que van saliendo de la pandemia son como los de los padres extra-terrestres de Superman; son como los valores de nuestros padres terrestres. Desde dicha recuperación se puede cambiar las cosas. Desde las prácticas de Thanos, no.
Que las redes y el voto post pandemia, la revolución callejera y campesina luego no asusten a Thanos, cuando el pueblo hoy de derecha exije que se actúe por la derecha, y cuando la gente que brinda sobre la mesa exija que se llegue a acuerdos sobre dicha mesa, la suya, y no bajo la mesa de los congresos.
Los políticos no son Superman; no son Dioses. Nosotros no somos ellos. Estamos llamados a parecernos, más bien, a quien de la vida por los demás, como lo hicieron nuestros abuelos y padres, desde sus valores, desde sus trabajos y empresas familiares y su creación diaria de impacto y crecimiento en el PIB.
Recordemos: de los políticos, como de Thanos, solo podemos esperar que nos quiten la mitad de todo; del estado, como Batman, solo podemos esperar que nos maten el Superman que todos los hombres llevamos adentro, o la Mujer Maravilla que todas las mujeres reviven día a día, en su día a día.
ROBERTO SALAZAR, ADN@+, CHILE
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