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SEGURIDAD COLECTIVA Y BIENESTAR

Chile es uno de los países donde la tasa de homicidios por cada 100.000 habitantes se había reducido a niveles de un país desarrollado, tras un trabajo institucional de más de un siglo de duración: 1889-2019 (Llorca y Rivero, 2022):

El paraíso de seguridad, donde solo 1 en cada 200.000 habitantes podía ser víctima de homicidio en Chile está en riesgo, sin embargo. En el transcurso del último año, 77% de los habitantes de Chile siente temor, pues piensan hoy que el nivel de delincuencia en el país es igual o mayor al resto de Latinoamérica (CADEM, Agosto-2022):

Esta es una sensación, que puede combatirse, como se hizo en 2016, cuando el incremento de la inseguridad en Chile, medido por la tasa de casos policiales, se había reducido, con respecto a 2015, en -6.8% en promedio, y en -12.4% en el caso específico del homicidio:

El delito de violación es el único que oficialmente se había reportado hasta el 2016 como objeto de aumento desde 2015; sin embargo, y en paralelo a estos datos objetivos, la sensación de seguridad había ido a la baja, porque el nivel tolerable de riesgo había ido en aumento durante la última década:

Crear seguridad es necesario pero insuficiente, pues además se debe transmitir seguridad. Esto último implica, entonces, no solo un trabajo objetivo de defensa, y medición de la evolución formal del delito, sino un alto desempeño y acompañamiento estricto en comunidad y sociedad, en forma colectiva.


Según datos del Servicio Jesuita a Migrantes en Chile, la entrada irregular de colectivos migrantes aumentó a partir de 2016-2017-2018, fenómeno que solo se detuvo con el advenimiento de la pandemia (2021-2022):


La migración abierta en Chile desde 2016 hasta 2020, parece estar correlacionada con el aumento de delitos en el país, y puede ser uno de los factores por los cuales puede sentirse un mayor rechazo a los migrantes, y mayor inseguridad en el caso de los residentes tradicionales y los nuevos.

La dinámica social propia del país, la migración de extranjeros por pasos irregulares, la seguridad medida por delitos, y el advenimiento de la pandemia, se muestran como factores que sumados, requieren crear programas y estándares que generen no solo seguridad en realidad, sino una sensación de mejora que la retroalimente.


Es necesario, por ejemplo, generar factores diferenciadores entre migrantes de uno y otro país, y eso es necesario hacerlo desde vocerías calificadas y formales de cada país. en el caso de Ecuador, por ejemplo, en Chile, se tiene personas de niveles de productividad más alta, solamente superada por los migrantes provenientes de Argentina:


Diferenciar es necesario, sobre todo en el caso de los ecuatorianos en Chile, pues como muestran Bellolio y Valdés, en el país, al consultar a la ciudadanía (abiertamente) lo siguiente: “¿Considera que la cantidad de personas extranjeras que vienen a vivir a Chile deberían mantenerse en el nivel actual, aumentar o disminuir?” (que se pregunta, sin especificar nacionalidades), el 57% de los chilenos apoyó la opción de que disminuyeran los extranjeros, cuando a nivel mundial el promedio es de 34%; en Oceanía, el 26%; en América del Norte, el 39%; en América Latina y el Caribe, el 39%; en Asia, el 29%; en Europa, el 52%; y en África, el 40% (ver comparaciones en “How the world views migration”, OIM -2015- vs encuesta DEM-UNAB -2020-:“Sondeo de Percepción sobre Migración en Chile”).


La seguridad es, por definición, llevar el riesgo a un nivel aceptable, y de una u otra forma, América Latina quiere expulsar a los migrantes en mayor proporción que lo que quiere el planeta en general.


El caso de Chile es especial, pues la ENUSC 2015 indica que el 27,2% de los chilenos siente siempre miedo a ser asaltado y un 25,9% siente miedo con frecuencia. Es decir, más del 50% de los chilenos viven con miedo y bajo riesgo, y por tanto, la inseguridad requiere ser tratada con base en alianzas de trabajo.


Esto no se hace solo por medios abiertos, sino que deberá hacerse comunidad por comunidad:



El trabajo no solo deberá hacerse en cada país y sus comunas, sino en la región y sus diferentes países:


El riesgo de rechazo para el inmigrante latino-americano que viaja a Chile será cada vez mayor, pues el chileno querrá más seguridad y no tendrá la certeza de que recibir migrantes es un riesgo aceptable, pues la escolaridad de los recién llegados será cada vez menor.


Será importante, por todo lo anterior, trabajar en conjunto para hacer lo siguiente:


  1. Recolectar datos.

  2. Analizar historias de vida.

  3. Dialogar propuestas.

  4. Trabajar en equipo.

  5. Generar alianzas entre países.


Solo de esta forma seremos parte de la solución y no del problema. Recordemos que en el extremo del riesgo, cuando éste es máximo, y por tanto, totalmente inaceptable, está la incertidumbre.


CONCLUSIONES


La incertidumbre llega cuando ni siquiera se puede estimar los parámetros de riesgo, y por tanto, existe inseguridad total, al tener un riesgo inaceptable.


Acabar con la inseguridad colectiva en América Latina es fundamental para apuntalar el bienestar de las siguientes generaciones.


Siempre y en todos los casos, nuestro plan personal (en cada hogar y barrio) apunta a juntarnos para cuidarnos, y óptimamente, a liderar, con nuestras comunidades, amigos y familia, para cooperar con ideas, construir proyectos y acordar políticas de seguridad.


La unidad hace la fuerza.


ROBERTO F. SALAZAR CÓRDOVA



 

RECOMENDACIONES


1. Si nos la jugamos, cada uno, por trabajar juntos, independientemente de dónde estén nuestras divisas, podremos jugar este campeonato de la seguridad, y crearemos políticas y procesos, proyectos y programas prácticos para cambiar aceleradamente la seguridad en nuestros países y ciudades, para bien colectivo de la vida.


2. Bienestar, prosperidad y seguridad funcionan bien si nos unimos de la mejor forma.


3. Filosofar sobre lo primero es de fondo, pero ante la urgencia, puede ser contraproducente. Es necesario unirse a equipos capaces de planificar la prosperidad basada en la seguridad.


4. Planificar con eficacia es necesario y urgente, pero luego de eso, y basados en la filosofía previa, hay que entrar, con total dinámica, a actuar.


5. Actuar con efectividad es lo necesario y suficiente.

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