Si algo hemos aprendido a través del trabajo de Politics' Pub en ADN@+ durante la pandemia, es que para encontrar una alternativa de libertad, fraternidad y creación de oportunidades, es necesario que los cuatro cuadrantes del título dialoguen dentro y fuera de sus propias diversidades, mediando visiones, e integrándose en una visión común más allá de los países, de modo de crear una solución de convergencia que tenga economía en la política.
La teoría del valor, y la ley de la escasez son los pilares centrales que la economía aporta a la sociedad y la política desde sus inicios como disciplina profesional, de la mano de los escritos de filósofos políticos moralistas clásicos, como Hume, Locke, Smith, David Ricardo, e incluso el mismo Marx, más todos aquellos que conocemos con su nombre propio en la Historia del Pensamiento Económico Moderno.
Sin embargo, para encontrar soluciones a las tendencias actuales bajo globalización y comunicación en todo lugar y tiempo, la economía debe ir mucho más allá de lo clásico ortodoxo u heterodoxo de Occidente: se debe buscar raíces en Oriente, Africa, Asia, y en todo lugar donde haya Economía Ancestral.
Investigar el trabajo de las comunidades en el orbe ha sido una tarea que Hexagon Group ha emprendido desde hace un lustro, tanto con visitas a cuatro continentes (nos falta Oceanía), así como también por vía virtual (con www.adnplus.co.uk con la cual sí estamos en los Cinco Continentes).
El trabajo de ADN@+ se ha convertido en una plataforma de investigación sobre ideas que brindan data en torno a la posibilidad de convergencia global y local de los diversos modelos observados en el orbe: formatos de democracias varias, formatos de unidades gobernantes variopintas, liberalismos de izquierdas y derechas, opciones sociales cristianas y no cristianas, y por supuesto, ausencia permanente de convergencias hasta un nivel de cansancio tan evidente, como la demanda de diálogo y cohesión social para enfrentar los retos que todos enfrentamos.
Al arranque de nuestra tarea de escritura e investigación en pandemia, pensábamos que tendríamos un total de 1000 seguidores en la plataforma, y nos contentábamos con tener 100 líderes globales con los cuales pudiéramos aprender y trabajar juntos.
1000 era el 50% de los 2000 líderes que, con nombre y apellido, habíamos acumulado en un espacio de diálogo en el que el formato era el mismo: publicar artículos ajenos, con ideas que pudiesen ser o no comentadas en redes, pero que permitieran un intercambio de propuestas de muchos pensadores o gestores, sobre temas de unidad, democracia, desarrollo social, cristianismo práctico, liberalismo en todas sus formas, y claro, un cariño especial por lo público, más allá del estado, en un formato hexagonal.
Pensábamos que las ideas ya propias, escritas de la mano de nuestro editor, día a día, tendrían acogida de solamente la mitad de quienes leían a diario o recibían (al menos) el reporte diario en redes con artículos ajenos, seleccionados de la mano del editor del Diálogo Hexagonal. Era una buena meta.
Sin embargo, notamos que la meta se incrementó, hasta llegar a un resultado no de 1 sobre 2, sino a una relación de 10 sobre 1, es decir, 20 veces más de lo esperado: con 10 mil usuarios que leyeron al menos una vez un artículo durante un año, con una base estable de 5 mil que leían al menos una vez al mes, y bajo un formato 80/20 entre usuarios nuevos y usuarios que retornaban, parámetro que no ha dejado de crecer desde Julio de 2020, en que comenzamos la tarea de escribir, escribir, y escribir, para tratar de encontrar las formas de converger, volver a converger y seguir convergiendo hacia la cohesión social.
Nuestra propuesta partió por realizar tres manifiestos que nunca hemos quitado de la parte superior de nuestro sitio: democracia en lo electoral, unidad en lo político, liberalismo en lo filosófico, y social-cristianismo real en lo humanista. Poner de manifiesto lo que creemos nos pareció suficiente razón para que se erosione en un 50% nuestra base de amigos ligados a la historia del pensamiento de la economía de la política que habíamos desarrollado desde el año 1998, cuando tuvimos el primer roce con el estado desde adentro, y con lo público desde el día a día, entendiendo ya pronto cerca de hace 25 años, que lo estatal es muy, pero muy diferente a lo público, y que ambos no tienen mucho que ver, la más de las veces, con lo político de verdad.
La invitación era a partir de un ancla para resistir la tormenta, pero observamos pronto que teníamos un "rompe-hielos" en nuestros conceptos y nuestras herramientas, y metodologías, de modo que podíamos levar anclas y salir a buscar la verdad de la economía antigua, lejana, y diversa, que unida, siempre en democracia eso sí (por constatación), en diálogo (por sesgo de selección), bajo modelos liberales (por sesgo ajeno, de exclusión, ahí sí), y bajo principios sociales (universales, como el mismo cristianismo, observable, verificable y exigible urbi et orbi), podíamos servir con amor en todo el planeta.
No ha sido fácil convertir todo aquello en un proyecto concreto, grande, poderoso, que llame la atención de las masas, y produzca, por gravedad, la convergencia que con tanta urgencia vemos que requiere todo el planeta, para salir pronto de la pandemia, no solo por temas de salud, sino también y sobre todo, por temas de economía y política, en especial, de geo-política, y también por temas de tiempo escaso, que se agota, en función de variables como el clima y la necesidad de acuerdos de fondo en torno al mantenimiento no solo de la vida humana, sino de la vida en general.
Faltándonos capacidad para hacer algo grande, hemos juntado a amigos grandes, que hemos hecho en el camino; todos ellos tienen sus posibilidades y sus capacidades, y hemos creado la Red Santa Cruz, que está caminando poco a poco, bajo una estrategia descentralizada y agregativa, en la cual lo que nos integra desde nuestros diferenciales, para convertirnos en unidades, son nuestros proyectos de inversión, eso sí, de inversión de impacto.
Hemos observado, desde el Diálogo Hexagonal, que ya cumplió 15 años, y desde Politics' Pub, que ya cumplió 1 año, que esa línea de trabajo es fructífera. Nos permite ganar tiempo y construir y agregar fluctuaciones positivas a los ciclos negativos, de modo de crear nuevas fronteras de posibilidades de aplanamiento de ciclos, de estabilización de micro-economías, que al entrar en funcionamiento en territorios, con comunidades, comienzan a crear meso-economías locales que hacen las paces entre sí, sustentan los liderazgos, y nos llevan hacia niveles de cooperación internacional adecuados a la vieja promesa capitalista de la inversión extranjera directa como fuente no solo de empleo, sino de bienestar.
Los votantes de América y el mundo, buscan convergencias entre izquierdas, centros y derechas, así como entre liberales, neutrales y conservadores, incluidos aquellos que tienen valores cristianos, agnósticos o ateos, liderazgos innovadores y tradicionales, de tercera, segunda, o primera edad, jóvenes de corazón, y jóvenes de razón.
Con toda esta riqueza, han surgido de a poco proyectos políticos emergentes que propugnan la unidad, con más calle, más formación, y menos redes sociales, y eso nos alegra. Esperamos poder seguir creciendo, orgánicamente, con proyectos que se aceleran de manera sustentable, y con pivoteos de fondos de inversión que aterrizan en función de nuevos encuentros de líderes que poco a poco comienzan a hacerse viables, y que pronto nos convocarán ya en lo personal, para cruzar ideas antiguas y nuevas, antiquísimas y modernísimas, como la crematística que es el fondo funcional de nuestra Red Santa Cruz para crear convergencia de unidades, democracias, liberalismos, y social-cristianismos en medio de un mundo en el que no solo lo liberal, sino incluso lo cristiano, está "en veremos"...
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