A DONDE SE NOS FUERON LAS IDEAS?
Hoy pude conversar con varios familiares y amigos, participar en un seminario virtual y a la vez, cerrar un par de negocios virtualmente, junto con mi rutina diaria. Algo que me quedó del día es la idea de que hay todavía demasiadas personas que no se están vacunando porque están bajo el influjo psicológico de las noticias falsas, o carecen de evidencia cercana para tomar mejores decisiones y vacunarse.
Comparto aquí, tres piezas de evidencia que son necesarias de repetir, porque parece que el mensaje no está llegando y muchos todavía se están contagiando:
Parece mentira, pero todavía hay demasiadas personas que piensan que a. "quienes se vacunan son quienes están muriendo", que b. "con ser creyente basta: con la fe se tiene suficiente para protegerse", que c. "el haber estado mucho tiempo expuestos al virus crea inmunidad de rebaño".
A, B y C sirven como evidencia para mostrar que a, b, y c deben ir en minúsculas, pues el dato mata el relato...
Pero vayamos más allá.
¿Quizá el pensamiento mágico se deba al agotamiento que todos tenemos por culpa de una pandemia que nos está dejando sin ideas, y nos tome presos en las manos de algunos lugares comunes de partida como los anteriores?
La hipótesis de este artículo va más por el lado de la pregunta de conversación, y desafía algunos lugares comunes que pueden explicar algo de fondo: ¿quizá ya no tenemos tiempo para leer, porque estamos demasiado ocupados recibiendo excesos tóxicos de información?
Veamos algunos lugares comunes para partir:
1. El mundo gira demasiado rápido
2. Las estaciones pasan como si fueran meses
3. Los meses parecen semanas
4. Las semanas días
5. Los días horas
6. Las horas minutos
7. Y las ideas vuelan como hojas en otoño
¿Las buenas ideas no quedan fijadas, y las malas ideas, las noticias falsas, y lo malo es lo que prospera?
¿Nada es permanente. Nada permanece?
¡Falso! ¿o VERDADERO?
Quizá algunos diremos que es falso, porque seguimos fuertes, pero otros quizá digan que es verdadero, porque lo necesita. Quizá ¿todos necesitamos ya un cambio, de una vez por todas?
Si fuera el caso y lo falso se hace verdadero y viceversa, miremos algunos lugares poco comunes de encuentro: la autoridad, la aleatoriedad, el liderazgo, la educación, los subsidios, el gobierno, la estabilización, y la economía como nueva protagonista tras el estallido del virus y su control ya en camino, lento, pero muy probable.
Pensemos en cómo salir definitivamente del embrollo, vacunémonos, trabajemos, y hagamos patria haciendo familia, liderando, educando, produciendo y haciendo economía, porque:
i. La autoridad, aunque no nos guste, seguirá siendo autoridad
ii. No importa cómo se baraje, lo importante es cómo se juegue
iii. El liderazgo conduce las políticas y no al revés
iv. La educación previene caer en terapia intensiva por populismo agudo
v. La economía no se crea por subsidio
vi. La ayuda de gobierno en pandemia solo sirve para estabilizar el consumo
vii. La economía es la protagonista tras la tercera ola de las pandemias
Veamos algunos datos:
PARA VIVIR...
La autoridad, aunque no nos guste, seguirá siendo autoridad
Hay que dejar morir todos los espacios tóxicos, como el sitio de psicología, CORIO, que publicaba en Junio de 2019, antes de los estallidos sociales de América y antes de la pandemia el siguiente artículo: https://corio.es/2019/06/21/obediencia-a-la-autoridad-en-contextos-digitales/
Aurora Gómez Delgado (2019) publicaba un artículo de esos que crean burbuja y nublan el pensamiento en su sección "Comportamiento Digital", con la que colaboró en el programa “PostApocalipsys Nau” de Radio Vallekas (España).
Para analizar lo complejo de sus propuestas, se puede consultar dicha sección en “El Salto Diario” en Ivoox https://www.elsaltodiario.com/post-apocalipsis-nau/podcast-post-apocalipsis-nau-15-datacenters-coltan-y-esclavos-otra-cara-de-la-red .
Si se quiere sufrir un poco mentalmente, pero se quiere escuchar a la otra parte con disciplina de diálogo e investigación de fuste, se puede descargar el podcast entero en https://archive.org/details/15PostApocalipsisNauDataCentersColtnYEsclavosLaOtraCaraDeLaRed .
Afortunadamente, al parecer, la economía y la realidad siempre se imponen: el medio y su línea editorial pedían ayuda para sobrevivir así: “En este abril antifascista, para animarte a dar El Salto, lanzamos esta oferta: suscríbete y llévate de regalo una totebag de alta calidad con ilustración de Celsius Pictor. Más de 500 personas os habéis suscrito en los últimos dos meses pero aún no hemos llegado a los 10.000 socios que necesitamos. Respalda un medio antifascista”.
Viva la libertad!
En Politics’ Pub no somos solo un Policy Dialogue, ni un Think Tank. Hablamos de política pura y dura, y aunque las líneas no vayan con las que hemos puesto en manifiesto en nuestro blog, en www.adnplus.co.uk, siempre estamos abiertos al diálogo y el debate de ideas.
El mundo, efectivamente, gira muy rápido, y las estaciones pasan como si fueran meses, pero es porque pasan muchas cosas, muchas políticas, muchísimas ideas con y sin sentido, refriegas, conspiraciones, crisis, desenlaces y fracasos en múltiples espacios y a cada momento.
Todo eso queda efectivamente registrado en la red.
Los blogs: anti-fascistas, anarquistas, marxistas, capitalistas, libertarios, o de cualquier tipo, pronto quedan obsoletos porque, si bien hay material, todo es desechable.
No importa cómo se baraje, lo importante es cómo se juegue
Es por ello que quizá no haya que tomarse tan en serio eso de las mal llamadas “revoluciones moleculares disipadas”, término controversial utilizado para darle forma a elementos como los propuestos en el podcast citado.
Es cierto que todo pasa tan rápido, que los líderes y sus iniciativas alcanzan a vivir un tiempo y las innovaciones desaparecen rápidamente del "mercado", sobre todo si lo único que proponen es "subsidios", "derechos" y "revolución", aunque sea molecular.
Al final, sabemos que por décadas y siglos, el espacio “antifascista” no ha funcionado: no importa cuántas veces se baraje y se vuelva a barajar: el ser humano necesita psicológicamente de una autoridad, y la misma tiene 5 minutos al día para capturar la atención de su audiencia.
Está demostrado que las revoluciones no se hacen en espacios de 1 minuto, 5 veces al día, porque el ser humano usa esos espacios para disfrutar, como en la dieta mediterránea, y/o para trabajar en lo digital, con su teléfono: en el desayuno, tentempié, almuerzo, merienda y cena.
Al fin y al cabo, somos humanos, debemos producir, y en eso pensamos mientras nos movemos y mientras comemos, a diario, celular o computador en mano o en mesa. De hecho, eso es lo único que puede explicar este dato: revisamos nuestras redes cada 9 minutos, 160 veces al día.
NO, NO Y NO...
Es por ello que para ser efectivos, hay que bajar la presión.
No podemos ser, no queremos realmente recomendar uno de los miles de sitios posibles que publican en cada momento de cada día, ni debemos -para nada- inundar de material abundante para darle lectura extra a nuestros contactos.
Habiendo tan pocos espacios para el análisis, podemos elegir, como hemos hecho en Politics' Pub, ser uno de los muchos menos en los hay conclusiones que se escriben de frente, y atrevernos además, y finalmente, a ser de los menos aún donde se emiten -nomás- las recomendaciones de políticas que investigamos, de modo de impulsar a quienes piensan en proyectos y trabajan en grande.
Lógicamente, debemos caminar todavía un largo trecho, quizá luego de la pandemia, para ser de esos que sí los hay ya: los mínimos: de aquellos que se atreven a entrar siempre, en grupos, al debate.
SÍ, SÍ Y MIL VECES SÍ...
Sí a la Aceleración del Diálogo de Negocios, y a la producción con fines de lucro como motor de incentivos para crear riqueza.
Pensemos que este documento se ha publicado no para los pocos miles de miles que nos leen cada 10 minutos, sino para conversarlo con los muy pero muy pocos que nos leen así, a diario, en comunidad pequeña: para quienes tenemos la oportunidad de ser socios y miembros de la Red Santa Cruz.
Es gratificante saber que nos leemos y conversamos en red. Bien sabemos que en nuestros comentarios siempre habrá alguien que los leerá; o si lo comentamos nosotros mismos, habrá alguien -amigo o no- que quizá nos escriba. Esto no ocurre cada 10 minutos, pero ocurre cada día de la semana, cuando por nuestro trabajo tenemos proyectos conjuntos, con cambios diarios de ciclos de invierno a primavera, de verano a otoño y de este último a invierno. En nuestro trabajo, no solo técnico, sino político.
Eso, ojalá, aporte en términos de la economía, pero sobre todo hoy en la vacunación, en el diálogo, y en el progreso de la democracia.
El liderazgo conduce las políticas y no al revés
Es por ello que nuestro espacio se ha sumado a muchas organizaciones que están promoviendo el uso del Pub Digital como un lugar de encuentro.
El pub es esa sacrosanta institución británica donde podemos libremente hablar de todo y de nada, comiendo algo parecido a todo lo que tengamos en casa, y encontrándonos con muchos sin vernos, pero reconociendo rápidamente entre la multitud a los dos o tres amigos de barrio, de colegio, de universidad, de familia, de trabajo, o de siempre.
Acá hacemos algo parecido, al pasarnos de mano en mano los artículos como nos pasaríamos una buena ronda de cervezas en una mesa larga, en la que no comentamos todos los de todo (no hay tiempo ni espacio para ello), ni nos preocupamos tanto de si los de adelante o al fondo de la mesa nos darán un like.
Politics' Pub es un lugar dedicado a la amistad en pandemia y luego de ella: es el espacio donde la aprobación no es necesaria y la viralización es ahuyentada, pues lo que se requiere es verdad y confianza, a pesar de que seamos ya decenas de miles los que nos leemos a diario.
MILES PERO CERCANOS: UNO A UNO
Si alguien nos sigue leyendo en esta parte del artículo, es porque nos tenemos confianza mutua; quizá siga leyendo porque tiene tiempo libre: ninguno somos adictos a nada que nos robe el tiempo para pensar en lo que realmente es el trabajo productivo o la familia y los amigos, pues compartimos el mismo ADN@+.
Si no ocurre aquello, está bien, igual; para eso publicamos, y siempre podemos llegar a ser amigos y tratarnos con respeto, al menos, si no somos tan amigos...
Ciertamente, vivimos en una sociedad tóxica, y quienes leen son de esas raras personas inmunes a las adicciones que se deben dejar de un día a la vez.
Desintoxicando la Sociedad del Exceso de Información de Baja Calidad
Son cada vez más populares las ofertas para acceder a un detox digital: https://www.reviews.org/internet-service/digital-detox-challenge/ que llegan a pagar 100 dólares la hora a quien pueda pasar 24 horas “trabajando” en no conectarse sino solo cada 24 horas.
El ADN que importa no es el que lee mucho, sino el que lidera poco pero de manera excelente.
Dicen que poca cantidad es mucha calidad, y en realidad, lo que está pasando allí, es que dichas “loterías” lo que representan, en realidad, son modelos de búsqueda eficiente de excelencia, de liderazgo fuera del promedio: personas exclusivas y excluyentes.
Desintoxicarse de los medios y la TV es algo fundamental: ser capaces de ser confiables porque se forma una relación de club de lectores y emprendedores, red de financiamiento y grupo de apoyo, y sobre todo, porque se tiene un pub donde se encontrará siempre a personas hábiles y diestras para ser competentes para conducir, y no para dejarse conducir.
Lógicamente, jamás podremos ser parte de un espacio que se defina como "anti" de entrada, pues habiendo tanto espacio de destrucción, lo que necesitamos es más bien un espacio de creación.
Quizá por eso, como les ocurre a muchos sitios anti “a”, “b”, ó “c”, donde las personas se vuelven masa y sucumben a la mediocridad del “like” como cadena esclavizante de la producción libre y real, el anti sea su propia condena: no importa cómo les baraje la vida, siempre estarán echando culpas y jamás llegarán a construir con sostenibilidad derechos de verdad.
La educación previene caer en terapia intensiva por populismo agudo
Hace muchos años, en otra era, la de los años 70 del siglo pasado, los padres y abuelos llamaban a la Televisión: “la caja tonta”. Hoy, los medios baratos lo son.
El principio era que un niño que pasare más de 1 hora mirando televisión al día, había perdido dicha hora de la opción de jugar al aire libre, leer un buen libro, conversar en familia, o simplemente dormir y reponer fuerzas para estar sano y fuerte.
Posiblemente eso esté pasando en los lugares de desencuentro: se pierden las ideas, y pasamos a morir un poco todos, como sociedad, al ver a nuestros jóvenes sucumbir frente a la pancarta tonta que se coloca en modo virtual.
Hoy, en esta nueva era, 50 años más adelante, las personas -especialmente las más jóvenes- pasan 56 horas y 42 minutos por semana mirando pantalla. Son populares, por ejemplo, en TV, las “maratones” en las plataformas, y claro, esa cantidad de horas supera a un trabajo a tiempo completo de paga integral por 40 horas a la semana.
La educación y el encierro agotan, y ya no se trabaja 40 horas, sino 80 por semana: dos veces el sueño americano (no necesariamente estadounidense) de los padres de los padres de nuestros padres.
La educación que recibimos aún hoy en día, si usamos ese tiempo de plataforma en mirar documentales, y conversar sobre ellos en lecturas de 1 minuto, es el último reducto acondicionado para resistir al populismo agudo, que es un mejor nombre: limpio, claro y transparente, para denominar a lo que mal se ha bautizado como la revolución molecular disipada. No es revolución, no es molecular, ni es disipada. Es la evolución tal como viene, es masiva, y está omnipresente.
No es fruto de “cucos” inoculados en quienes creen en las teorías de la conspiración, que circulan artículos de izquierda a derecha y de derecha e izuierda y caen, todos juntos, en lugares comunes que les hacen presas de las nuevas autoridades del mundo: las que denunciaban los jóvenes de los primeros sitios citados en este artículo.
Si es evolución, es masiva y está omnipresente, es una realidad, y como tal debemos tratarla. Pero, ojo, hay otras realidades de las que nos debemos ocupar:
La economía no se crea por subsidio
Ciertamente, si algo ha valido la pena escribir es aquello de que la violencia solo crea violencia, y de que entrar en conflicto es un suicidio hoy por hoy: una receta para un desastre.
Hay que dejarlos morir y hay que dedicarse a construir.
Uno observa, por ejemplo, cómo caen en menos de una semana, los populistas crónicos que subieron días atrás de manera aguda por un voto influenciado por las circunstancias de un momento específico que claro, se repite y se repite por las fuerzas que confluyen hacia el conflicto desde los diversos ángulos de la sociedad.
Los liderazgos que crecen a la sombra de lo "fake" son eso: nada puede ser un todo si tiene una parte de algo que no le pertenece.
Mientras esto ocurre, debemos alejarnos de la gente que se ocupa a diario, y mensualmente, de ir haciendo que los meses de la vida parezcan semanas, pues nos estarán agotados los tiempos libres, en una batalla en la que el único ganador es el estresante espacio inmediato controlado desde el mundo tech.
Es una realidad en la cual todos vivimos, pero en el cual todos sobreviviremos, si seguimos como vamos, evitando ir muriendo a diario. Si no optamos por la calidad vamos a terminar teniendo dos trabajos: uno pagado y otro no pagado, ninguno lucrativo.
PROYECTOS MÁS QUE SUBSIDIOS
Si no lideramos nuestra propia vida, y no lideramos un proyecto en esta vida, podrán pagarnos subsidios o premios los gobiernos o las redes, pero nuestra economía real no se creará por subsidio.
Alguien deberá producir todavía los alimentos, alguien deberá hacer todavía las compras, y alguien deberá llevar logísticamente los bienes y servicios a cabo.
Ciertamente, las plataformas son parte de la economía, y son una fuente de trabajo, o de ocio, pero no son toda la economía y nunca lo serán; allí hay espacio para pocos, sobre todo para quienes somos suficientemente locos como para creer que podemos todavía virtualizar los verdaderos pubs!
Esperamos que este espacio tenga corta vida, y que más bien, logremos encontrarnos muchos, en y de todo el mundo, para que podamos lo más pronto posible, visitarnos, tomar un vaso con la mano y llevarnos una cerveza a nuestra boca sin mascarillas, con nuestras propias manos, y saludar mirando al otro con nuestros propios ojos, rememorando los tiempos de la pandemia.
Falta mucho para ello, pero soñar no cuesta nada!
Mientras ello llega, sigamos trabajando en ello: apoyando toda idea de negocio que surja en un asado con poquísimos en casa, en un pub virtual, o en un almuerzo ocasional cara a cara, que siempre será tan alegre como todo lo escaso,y tan productivo como lo sea la distancia en el tiempo y el espacio que se ha seguido aminorando por la relación que se ha creado al leernos, al existir exclusividad, amistad, red verdadera, y libertad de la pantalla.
LIBERÁNDONOS DE LA PANTALLA
Conversaba, por cierto, a través de estos aparatitos, ayer, con una prima y me pedía que le envíe un artículo por correo, ese anticuado mecanismo que todavía usamos, con un “adjunto”, ese otro anticuado mecanismo que sirve para imprimir, y pasar el artículo a nuestros tíos que bordean ya los 80 y 90 años y algunos van cerca de los 100.
Le decía yo que podía seleccionar todo el texto y pegarlo en Word, y que se pegaría tal cual, con imágenes y con todo, y lo podría imprimir para pasarlo en papel a nuestros tíos gloriosos. De la plataforma a la impresora, y de ella a sus manos.
Consumirían así, ellos, un tiempo leyendo una “carta” de su sobrino, escrita abiertamente, para sus amigos y familia. Quizá no tendrían que salir a buscar un libro, o quizá con ello no deberían estar un ratito en la tele, y quizá su educación, a la antigua, podría conectarse con esta nueva era, como lo hacíamos siempre en nuestras conversaciones cuando podíamos todavía visitarnos y tomarnos un buen café.
Hoy, lastimosamente, supe que el Decano de ellos tiene COVID. Todo el plan quedó en nada, y decidí escribir este artículo en honor a mis tíos, a nuestros tíos, a nuestros mayores, quienes nos enseñaron el valor del cuidado y la existencia de la familia.
Es por ellos, y sus enseñanzas, que vale la pena optar por escribir, pues la auto-educación siempre fue su legado: profesionales excelentes que siempre leían y siempre comentaban lo que leían; un lugar común de nuestros hogares que hasta hoy, para todos los que hemos llegado hasta acá, son, ciertamente, espacios donde el subsidio permanente no es algo que pueda reemplazar a la humanidad libre y llena de amor verdadero que es lo eterno de la humanidad, mientras tengamo planeta y tiempo.
Por ahora, y en honor a mis tíos, los tuyos, los nuestros, vuelvo a lo mío, la economía, que es lo que nos preocupa ahora en todo el planeta y en este tiempo y momento.
La ayuda de gobierno en pandemia solo sirve para estabilizar el consumo
Muchos políticos se han solazado en estos días condoliéndose y manifestándose en términos de que son protagonistas al dolerse por el sufrimiento de todos, y por ello, han subsidiado a todas las personas con los propios fondos de los "ayudados".
Varios artículos atrás decíamos que la economía no necesita que la salven, sino que la liberen: "liberen a Willie" diríamos con los amigos cuando no nos dejaban salir...
Todo el tiempo nos quieren tener atrapados, y serán efectivos en ello, mientras haya cerca nuestro alguien que no se vacune.
La vacunación tiene ahora que ya avanza, una carga no tanto sanitaria, sino económica. Debemos promover la vacunación no tanto ya como solo una causa de salud, sino como una causa económica y política, de liderazgo.
Mientras más nos demoremos en vacunar al 80% de la población, ya veremos cómo los políticos se irán tomando el dinero de los ahorros, o de las deudas, vía decretos, leyes, impuestos, o multas, o peor aún, vía subsidios que nos inoculan un cáncer económico de reservado pronóstico.
Todos recibimos este nuevo virus de la dependencia, y todos debemos vacunarnos para que nuestras empresas sigan siendo resilientes, pues las deudas son las mismas: esas que desaparecen y aparecen, se guardan o se postergan, según sea necesario de acuerdo a lo único que permanece: la persona, su consumo, y su día a día.
Producir es fundamentl en una lógica de ciclo de vida: la ayuda de gobierno no crea economía, lo mismo que las plataformas como entes de autoridad o control, cualquiera sea la realidad que exista en política pública o privada, local, nacional, regional o internacional, no crean valor, lo trasladan.
La tecnología acelera y crea disrupción, pero el capital siempre está atrás de ella, y el trabajo igualmente. En ese mundo, las ayudas y los premios solo sirven para un momento, y por ello, son meros estabilizadores.
Frente a las realidades de la vida, lo cierto es que los subsidios, tecnologizados o no, son solo instrumentos de pesca para regalar un poco de atún y nada más que aquello.
No se puede comer atún todos los días de una semana, ni todas las horas de un día; no se puede vivir solo del gobierno y sin trabajar, ni tampoco se puede vivir encerrado siempre como empresas "Rapunzel", atrapadas en la mera digitalización.
Estamos conscientes de que esto lo decimos desde una plataforma; pero ello es dicho así, porque nosotros creemos que la plataforma es necesaria pero no suficiente: mientras más rápido se vaya saliendo de las manos de la autoridad de los gobiernos, y de las plataformas, más libres seremos para desarrollar nuestros proyectos.
No nos perdamos: lo clave es reunirnos pronto, no entre muchos, sino entre pocos, para hacer negocios exclusivos y excluyentes, que permitan que muchos reciban el impacto, y los creadores reciban el merecido lucro revitalizador de la economía como una vacuna para reactivar de verdad el aparato productivo de nuestro entorno.
La economía es la protagonista tras la tercera ola de las pandemias
Finalmente, sabemos que cada hora, día y segundo, las ideas vuelan como hojas en otoño y la economía se hace viva y autónoma en todo momento.
Querer asir la economía y atarla a una voluntad es imposible, porque el mundo gira demasiado rápido como para ello, y sea o no cierto, las estaciones pasan como si fueran meses, los meses como semanas, las semanas como días, y los días como horas y éstas como minutos.
Esa es la realidad: Las ideas vuelan como hojas en otoño y hacen que nada sea permanente salvo lo que permanece: el encuentro humano, donde la autoridad, aunque no nos guste, seguirá siendo autoridad, donde no importa cómo se baraje, lo importante es cómo se juegue, para hacer que nuestra labor sea un espacio de aire fresco, donde el liderazgo conduzca las políticas y no al revés, donde la educación nos brinde prevención para no caer en terapia intensiva por populismo agudo, donde la economía se cree no por subsidio, donde la ayuda de gobierno en pandemia solo sirva para estabilizar el consumo, y donde la economía sea siempre la protagonista, estemos como estemos, en la ola en la que estemos, la de las pandemias sucesivas, o la de los tiempos finales de paz y producción que queremos y que Dios mediante nos tocarán pronto recibir para hacer solo una cosa: para vivir.
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