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LOS PRECIOS Y EL DOLAR; VOLVER A INVERTIR EN ECUADOR?

La Inflación en América Latina no para:


Panamá y Ecuador tienen paridad 1 a 1 y Dolarización directamente, y su inflación es de las más bajas de la región, cercanas a 3%, según estimaciones del Fondo Monetario Internacional reportadas por Statista con datos de Abril de 2022.


Los países OECD de América Latina (Chile, México, Colombia y Costa Rica) tiene inflaciones superiores a 6% según la misma fuente.


La Devaluación del Dólar es un factor de fondo para decidirse a invertir en un país latino-americano, como lo muestra el siguiente gráfico de cotizaciones diarias del otrora estabilísimo Peso Chileno visto aquí desde el 20 de Mayo de 2021 hasta el 20 de Mayo de 2022, donde ha pasado de 720 hasta 838 pesos por dólar, con una devaluación del 16%:

Si la tasa de interés es el precio del dinero, el tipo de cambio es el precio de las divisas. El descontrol en lo monetario por razones endógenas a una economía como la chilena va muy de la mano con otras variables como, por ejemplo, la fuga de capitales:


Es penoso decirlo, pero la salida de capitales de Chile coincide con el estallido social, la inestabilidad política, y los retiros de fondos de las administradoras de fondos de pensiones durante el último gobierno. Dichos dineros se cambiaron a dólares y salieron del país. Dicha tendencia, dependiendo de lo que pase en este trimestre y el que viene en lo político y electoral (Julio-Septiembre), puede acentuarse.


El primer retiro rigió desde el 30 de julio de 2020, día en que se publicó la Ley Nº 21.248; el segundo comenzó a regir el 10 de diciembre de 2020 (Ley Nº 21.295); y el tercero, desde el 28 de abril de 2021 (Ley Nº 21.330). Desde cada una de esas fechas, existió un plazo de un año para solicitar cada retiro de 10% de los ahorros de cada chileno en el sistema previsional de ahorro individual.


El primer retiro, durante el 2020, se usó para equilibrar las cuentas que había dejado el primer año de pandemia y su recesión por encierro y bajón de la actividad económica. El segundo ya fue mayoritariamente un retiro de ahorro por precaución o cautela, incluyendo en ello la inversión también.

Hace un año, los chilenos ya habían girado a sus bolsillos más de US$ 40.000 millones desde sus fondos de pensiones, casi US$ 10.000 millones de ellos correspondían al tercer retiro.


No debe extrañar, por ello, la cifra del cuadro negro presentado en la fuga de capitales, que durante la pandemia y posteriormente al estallido social y durante al actual proceso de inestabilidad política ha descapitalizado a los hogares y la economía de Chile en decenas de miles de millones de dólares cada vez.


Según datos de la Superintendencia de Pensiones, con datos reportados por las AFP, fueron 10.516.264 los afiliados y beneficiarios que solicitaron sus fondos en el primer retiro. De estas personas, 10.264.004 contaron en pocos días con sus recursos en sus cuentas, lo que equivale al 97,6%. No hubo letra chica en el retiro: lo que salió, salió.


Por el tercer retiro, y dado que muchos se quedaron ya sin fondos de pensiones en el camino, obtuvieron sus pagos 5.928.518 afiliados y beneficiarios, quienes recibieron $ 1.461.244 en promedio. Esto implicó destinar US$ 12.033 millones: 12 mil millones de dólares para 6 millones de personas, a un promedio de 2000 dólares por el tercer retiro.


El desembolso fue de US$ 49.925 millones salieron del sistema en conjunto por los retiros de fondos de pensiones 1, 2 y 3, aproximadamente la mitad del PIB de Ecuador, entregándose dicho dinero a 24.941.667 operaciones de pago. Nuevamente, 50 mil millones para 25 millones de retiros: 2000 dólares por retiro.


Haciendo un cálculo rápido, se podría pensar que el Chileno tenía 2000 dólares para gastar en cada retiro: 6000 dólares en total. Es lógico pensar que cerca de 1000 dólares se hayan ido en gastos reales de pandemia, y los otros 5000 se hayan invertido en pagar deudas, o en cubrir temas no transitorios. Muchos de los chilenos de clase media y alta, optaron por cambiar sus pesos a dólares e invertir un 80% de su retiro afuera, digamos 5000 dólares.


Hagamos un ejercicio para comprender el valor de una dolarización: Si en Mayo de 2020, desde Chile, a inicios de pandemia, se hubiera invertido 5000 US$ en Ecuador, como país dolarizado y barato en términos de costos frente a EEUU, digamos, en un negocio pequeño, un emprendimiento de muy corto plazo, por ejemplo, un negocio comercial de menos de un año de retorno en términos de recuperación (o menos de un año de tiempo de retorno inmediato, TRI), con una Tasa Interna de Retorno Neta de 20% Anual. El inversionista habría recuperado ya en Mayo de 2021 todo su capital, y para Mayo de 2022 habría obtenido US$ 1000 netos, extra, por invertir sus ahorros en dólares como ganancia libre de polvo y paja.


La ganancia de 1000 dólares netos anuales, semestrales, trimestrales, o bimensuales equivaldría en este último caso, a un salario mínimo vital nuevo de Chile (400 mil pesos al mes). Un negocio de rotación cada bimestre, por exportación de productos de Ecuador hacia Chile, invertido en dólares en Ecuador sería una garantía no solo por costos y retorno, sino por seguridad al hacerse en dólares, a pequeña escala (y por lo tanto, con seguridad).


Al cambiarlos a pesos Chilenos, el retorno en Mayo de 2021 habría sido en expectativa para el 2022, de 720.700 pesos, pero en la realidad, por devaluación, el retorno por esos mismos 1000 dólares de ganancia pasó a 838.700, recibiéndose un "bono" por la mera devaluación del peso, equivalente a un total de 118 mil pesos, en un año (en el peor de los casos, o en un semestre, trimestre o bimestre en el mejor de los casos).


El hogar mediano de Chile que retiró 6000 dólares bien podría, por ello, invertir 5000 dólares en un país dolarizado, en negocios pequeños, junto a emprendedores de calidad, que le aseguren un retorno rápido y seguro de 1000 dólares por ciclo, y le dejen una rentabilidad razonable en dólares, para beneficiarse de un bono por devaluación que le permita protegerse de la inflación de cada trimestre, teniendo en el peor de los casos un presupuesto "extra" de 120 mil pesos anuales más, que le alcanzaría si tal fuera el caso, para cubrir los 10 mil pesos mensuales más que debe gastar extra por inflación, o el diferencial de 2500 pesos extra semanales que le impiden hacer un asado a su entero gusto.


Quien antes gastaba 10 mil pesos en una malaya y hoy debe gastar 12 a 13 mil pesos por la misma seguro entenderá el impacto "en asados" que tiene la devaluación y la inflación...


Si los precios y el dólar van como van, más que oir al Ministro de Economía de Chile, que menciona que el dólar no afecta a quienes compran en pesos, hay que oír a los hogares y sus presupuestos, y sobre todo escuchar a quienes saben de inversión más que de gasto, e invertir en dólares, para protegerse de la inflación. Muchos Chilenos están invirtiendo en EEUU y Europa, pero quizá haya muchos otros más que estarán invirtiendo en América Latina, en Castellano y cerca, quizá en un país que tenga dolarización: hoy puede ser Ecuador, pero mañana quizá sea el mismo Chile, o incluso, tal como van las cosas, hasta la misma Venezuela...


(*) Roberto Salazar es CFO de la Red Santa Cruz en ADN+

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