HOY EL PROYECTO SIERRA|ANDES CUMPLE UN AÑO...

RESUMEN EJECUTIVO: LA IDEA EN 1 MINUTO DE LECTURA
La región andina enfrenta una brecha significativa en términos de legitimidad económica y política. La inestabilidad regulatoria, la corrupción y la falta de liderazgo estratégico han erosionado la confianza de inversionistas y ciudadanos. Mientras que Chile y Panamá han demostrado modelos de gobernanza más estables, países como Argentina, Bolivia y Venezuela han sufrido las consecuencias de políticas intervencionistas e impredecibles.
Para atraer inversión y fomentar el desarrollo sostenible, es crucial adoptar políticas que refuercen la estabilidad institucional. Se recomienda evitar cambios abruptos en las regulaciones económicas, garantizar la transparencia en la administración pública y fortalecer el Estado de derecho. Además, es necesario facilitar el acceso a financiamiento y fomentar estrategias de largo plazo que trasciendan ciclos políticos.
La legitimidad no es solo un concepto abstracto, sino una condición esencial para el crecimiento económico y la integración regional. Si los países andinos logran consolidar instituciones confiables y entornos económicos estables, podrán proyectarse como un bloque sólido en el mercado global. La Cordillera que los une debe simbolizar no solo su geografía, sino también su capacidad de generar confianza y prosperidad sostenible.

INTRODUCCION
La legitimidad es el cimiento de toda economía sostenible. En los países andinos, la falta de confianza en las instituciones ha sido el principal obstáculo para el crecimiento y la estabilidad. Tres ideas son desarrolladas en términos de economía política, economía de la política y macroeconomía:
Sin legitimidad, la inversión se frena, los mercados se distorsionan y las políticas económicas pierden efectividad.
La confianza se construye sobre tres pilares fundamentales: libertad económica, liderazgo sólido y legalidad efectiva.
Este artículo explora cómo estos factores pueden transformar la economía de la región y convertirla en un destino atractivo para la inversión.
LOS FALLOS DE LA ECONOMÍA POLÍTICA EN LOS ANDES
Los países andinos presentan diferentes grados de libertad económica. Mientras Chile y Panamá han apostado por modelos abiertos y competitivos, Argentina, Bolivia y Venezuela han aplicado políticas intervencionistas que han generado incertidumbre y volatilidad. Colombia, Ecuador y Perú oscilan entre ambos modelos, buscando un balance entre intervención estatal y dinamismo de mercado. La falta de coherencia en las políticas económicas ha impedido un desarrollo sostenible y homogéneo en la región.
Frente a ello, el liderazgo en los países andinos ha sido un factor determinante en la estabilidad económica. Gobiernos con visión de largo plazo han logrado avances en sectores estratégicos, mientras que liderazgos cortoplacistas han erosionado la confianza de los mercados. La inestabilidad política en países como Ecuador y Colombia ha generado un entorno de incertidumbre que limita la inversión. En contraste, Panamá y Chile han mantenido una gobernanza más predecible, lo que ha fortalecido su atractivo económico.
La legalidad es un aspecto crítico en la región. La corrupción, la falta de seguridad jurídica y la debilidad institucional han socavado el desarrollo económico en varios países andinos. En Venezuela y Bolivia, la intervención excesiva del Estado ha debilitado el marco legal para la inversión, mientras que Argentina enfrenta desafíos recurrentes en la estabilidad regulatoria. Colombia y Perú han intentado fortalecer la seguridad jurídica, aunque aún enfrentan desafíos en la aplicación de la ley.
La legitimidad en materia de economía política en los países andinos ha fracasado por la poca capacidad de los gobiernos para generar confianza. La carencia de fundamentos micro-económicos a la hora de construir políticas económicas, ha vuelto erráticos a los indicadores macro, mientras que en lo político, la corrupción ha reducido la credibilidad institucional, afectando la inversión y el crecimiento. La construcción de un modelo legítimo requiere coherencia en las decisiones micro y macro económicas, generando respeto a la institucionalidad y promoviendo un entorno que favorezca la inversión sostenible.

LA SOLUCION QUE OFRECE LA MICROECONOMÍA DE LA POLÍTICA
Al buscar la libertad desde una perspectiva microeconómica, la informalidad es uno de los principales desafíos en la región. En Bolivia, Perú y Ecuador, la alta tasa de empleo informal proviene del poco análisis micro que hacen las autoridades macro. La limitada capacidad de los gobiernos para implementar políticas económicas efectivas no solo es responsabilidad de los líderes democráticos. En lo institucional, la burocracia creciente ha conducido a un freno a la producción de ingresos desde lo privado, lo comunitario, la sociedad civil, lo académico, e incluso lo mediático. Los altos impuestos en Argentina y Colombia dificultan la creación de nuevas empresas, y alejan la inversión local, nacional, e internacional. Chile y Panamá han entendido, como países, la fuerza de la microeconomía, al no solo dejar en libertad a sus agentes económicos, sino al generar incentivos para la formalización de sus negocios.
El liderazgo económico a nivel microeconómico desde lo micro privado y lo meso comunitario, y no desde el macro estado es fundamental para la competitividad regional. Políticas públicas que promuevan la educación bajo una cultura que valora el emprendimiento y facilita el acceso al crédito, pueden fortalecer el crecimiento de las pequeñas y medianas empresas. En la región, la falta de un acuerdo liberador del liderazgo vuelve conservadores a los intermediarios financieros, reduce el acceso a financiamiento y termina en regulaciones que con perspectiva micro, no anulan la rigidez laboral, con lo cual, las normativas quedan carentes de escucha a lo micro, y siempre instalan barreras para el desarrollo empresarial.
En concordancia, la aplicación micro de la legalidad en el ámbito económico varía significativamente en la región. Mientras que en Venezuela la falta de independencia judicial ha generado un clima de inseguridad jurídica, en Chile y Panamá se han implementado reformas para fortalecer el Estado de derecho. Cuando no se utiliza la guía de la Microeconomía de la Política, la percepción de corrupción crece, y con ello, sigue siendo un factor "auto-percibido" que se retroalimenta, y con ello, resulta determinante en la confianza de inversionistas y empresarios.
La legitimidad de las políticas a nivel microeconómico se logra cuando se cree y libera el liderazgo desde la legalidad, de modo de confiar en la capacidad creativa y constructiva de los hogares, las comunidades y los ciudadanos para organizarse y asociarse, de modo de confiar no tanto en el estado, sino en sus mercados locales y gobiernos de directorios corporativos. La implementación de políticas claras y sostenibles desde lo micro será lo que fomente la inversión privada y reduzca la incertidumbre, impulsando, como veremos enseguida, el desarrollo macro de la región.

HACIA UNA NUEVA POLÍTICA MACROECONÓMICA
Las políticas macroeconómicas en la región han oscilado entre el control estatal y la liberalización de mercados. Países como Chile y Panamá han mantenido estabilidad fiscal, mientras que Argentina y Venezuela han enfrentado crisis recurrentes debido a políticas expansivas sin respaldo fiscal. Ecuador y Bolivia han dependido de la exportación de materias primas, lo que ha generado vulnerabilidad ante fluctuaciones en los mercados internacionales.
En este contexto, el liderazgo en la política macroeconómica basado más en la microeconomía de la política que en la economía de la política, ha sido clave en la estabilidad de algunos países andinos. Mientras que en Colombia y Perú se han implementado estrategias de crecimiento sostenibles que apuntalan desde lo macro el rigor de lo micro, en Argentina y Venezuela la incertidumbre sobre la dirección económica ha generado fuga de capitales y desconfianza en los mercados. Argentina, en el último año, ha revertido aquello, con fuerza y decisión.
La seguridad jurídica y la legalidad en la política macroeconómica, cuando es compatible con una sana micro-economía, determinan la capacidad de los países para generar confianza a largo plazo en sus sociedades. La falta de transparencia en el manejo de fondos públicos y la corrupción han debilitado la credibilidad en la región, pero pasan a ser una anécdota cuando se les reduce el tamaño y la importancia a las políticas y líderes macro. Chile y Panamá han logrado mantener estándares más altos de gobernanza económica debido a su relativización del poder y a su integración tecnológica entre mercados. Mientras tanto, otros países siguen luchando por consolidar marcos regulatorios efectivos que al estar basados en conceptos de economía política fracasan una y otra vez, pues carecen de fundamento micro.
Para lograr la legitimidad en la política macroeconómica, es necesario establecer un marco de estabilidad para los agentes empresariales y hogareños, de modo que la legislación empodere a las comunidades de negocios, a las comunidades empresariales, a las comunidades sobre todo indígenas y campesinas, y por supuesto, a las comunidades urbanas en materias deportivas, académicas, políticas, ambientales, culturales, económicas, y sociales. Cuando se descentraliza desde el estado planificador hacia lo meso-comunitario coordinador, se permite la conexión entre una planificación micro y el crecimiento sostenible macro. La legitimidad que entrega la libertad cedida al liderazgo micro desde lo legal, aumenta la previsibilidad en las decisiones económicas y culmina en el fortalecimiento de la institucionalidad, creando políticas macro legítimas, que serán claves para atraer inversiones y fomentar un desarrollo equitativo.

RESUMEN, CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES
El análisis de la región andina demuestra que la legitimidad proveniente de la micro-economía de la política es la clave para asentar definitivamente la estabilidad económica y alcanzar progresivamente la inversión sostenible.
Sin la confianza en las instituciones que entrega el dejar en libertad al liderazgo desde la legalidad, los mercados se ven afectados por la incertidumbre y la falta de previsibilidad.
La libertad económica, el liderazgo responsable y el respeto a la legalidad son esenciales para construir un entorno de legitimidad y confianza que favorezca el desarrollo.
Para fortalecer la legitimidad macro en la región, se recomienda un enfoque micro, que se resume, por tanto en los siguientes puntos finales:
Promover la estabilidad regulatoria: Evitar cambios abruptos en políticas económicas que generen incertidumbre en los inversionistas, empresas, comunidades, y hogares.
Fomentar la transparencia y la lucha contra la corrupción: Implementar reformas no solo legales, sino reglamentarias, que vía decreto, descentralicen el poder, y garanticen el uso eficiente de los recursos públicos al colocarlos al servicio de los agentes económicos micro: hogares, empresas y comunidades de vida.
Facilitar el acceso a la inversión y financiamiento: La micro-economía es fundamental y asertiva al máximo para crear incentivos efectivos para la formalización de los negocios familiares, de modo que adopten una lógica capitalista-comunitaria, que logre articular territorios como estrategia para la expansión de negocios en toda la región.
Fortalecer el Estado de derecho y no depender de los derechos encargados al estado: La micro-economía, al usarse para calcular las formas de maximizar las rentas de las empresas familiares, y optimizar los resultados de bienestar individual de los hogares y familias, garantizará la seguridad jurídica, la independencia de las instituciones y el cumplimiento efectivo de las leyes.
Impulsar una visión de largo plazo: La micro-economía es capaz no solo de desarrollar modelos computables vía redes neuronales estáticas en un momento, sino que es capaz de generar modelos dinámicos y probabilísticos, que pueden entregar, vía Diálogo entre diversos, las anheladas estrategias económicas coherentes entre lo micro, lo meso, y lo macro, haciendo que los liderazgos trasciendan los ciclos políticos y permitan la consolidación de economías estables.
La región andina, por su fortaleza comunitaria, tiene el potencial para convertirse en un polo de inversión y crecimiento. Esto solo será posible si se descentraliza el poder económico del estado, y se construye legitimidad a través de la confianza en las familias y sus empresas como verdaderas instituciones y mercados. Al mirar desde cada Urku -desde cada pequeña montaña- la gran Cordillera que nos une, se puede concebir entonces el páramo como el símbolo de una economía fuerte y estable, unida, sostenible, y capaz de generar oportunidades para todos.

En este primer aniversario del Proyecto Sierra, con este artículo, queremos felicitar a los inversores de la Red Santa Cruz que integrados por el mismo, aportan a la región con su visión y compromiso. Su confianza en la legitimidad económica basada en libertad, liderazgo y legalidad fortalece el crecimiento sostenible en la región andina. Gracias a cada uno de ustedes, sus comunidades y sus empresas, unidas en nuestra Red. Juntos hemos construido una base sólida para el desarrollo comunitario y empresarial, convirtiendo a los Andes en un polo de inversión confiable y próspero.
ROBERTO F. SALAZAR-CÓRDOVA
HEXAGON GROUP LAT-AM/UK-GLOBAL
BUSINESS IN THE COMMUNITY
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