Recuerdo el Grado de Master in Business Administration de mi cuñado pequeño en Madrid. Me pidió que lo acompañe y bueno, estando estudiando en Europa era cosa de tomar un avión y estar allí para darle un abrazo en persona al cumplir una meta importante en su vida. Lo había acompañado igualmente, cuando era muy pequeño, en su Primera Comunión, y quise ir a estar junto a El en ese momento de su vida.
Nunca imaginé que algo que mencionó el Rector de la Carlos III pudiera venir a mi mente en este momento en que durante la mañana caminaba para hacerme una prueba PCR y meditaba en los "Listillos", mientras en la tarde recibía la infausta noticia de la muerte de Don Rodrigo Paz, su opuesto humano.
La invocación del Rector era a que con el título en la mano, y siendo que serían líderes de negocios, jamás fueran "listillos" en sus pueblos y naciones. Que hicieran todo bien. Hoy pienso que quizá estaba hablando de su experiencia, de forma muy parecida a la que ví un par de veces o alguna más hablar a Don Rodrigo Paz Delgado, en algún cumpleaños de un amigo, de su hijo amigo, o en la "Quinta del Mister", donde fuimos invitados junto con amigos en mis tiempos de estudiante de economía en Quito, sí, el del apellido de la Liga de Quito, nuestro equipo, el de medio Quito, el del Campeón de América, y el que lleva en su estadio, el nombre de Don Rodrigo "El Negro Paz" Delgado. Un grande, tan grande como para que su nombre jamás tuviera nada de un listillo, y enorme como los graderíos y suites del estadio que El impulsó y desde los cuales cantamos tantas y veces el "Yo te daré, te daré Liga Hermosa, te daré una cosa, una cosa que empieza con C: Campeón".
Hombre de negocios, Rodrigo Paz Delgado fue capaz de construir a pulso un banco, y dar vida fuerte a una institución que es la única que ha ganado una Copa Libertadores de América en Ecuador. Hay tanto por decir con respecto a un jugador limpio del mismo Carchi del Campeón Richard Carapaz, y de la Sub-campeona Tamara Salazar. Alguien honesto, de buen humor, divertidísimo, ex Alcalde de Quito, y gran transformador de la ciudad también. Alguien que quizá debía ser presidente, pero que era amigo del actual presidente, otro grande, y otro personaje honesto del Ecuador. Gente de bien.
El Rector, por ello, resuena en mi memoria, como un hermano de gestas de Rodrigo Paz, enseñando a las nuevas generaciones cómo hacer lo mejor con su talento.
Me acordé de todo esto pensando en los listillos actuales, que son los más listos del pueblo, y que serán anexados en una descripción de un video que se hará en una semana, y que se adjuntará al final de este artículo, que queda inconcluso, pues debemos decirles que no sean más listillos, tratando de pasarse por sobre la justicia, o tratando de justificar con el manoseado mote del "pueblo" todo aquello que hoy pasa en otros lugares del mundo, más allá de América Latina...
¿Veamos algunas imágenes para pensar en lo que representa la partida de los grandes, y lo que causan los listos del pueblo cuando parten los grandes?
Saigón, 1970s...
Kabul 2021
Chile 2020
Nicaragua, 2019
Cuba, 1981
Ecuador, 1999
España, 1939
Todavía recuerdo cuando yo era niño y recibíamos en Ecuador a los migrantes chilenos de los 70s. Recuerdo cómo debían tener papeles en regla para poder salir adelante. Recuerdo cómo la policía les pedía papeles y cómo debían sobrevivir: ya hubo listos del pueblo acá, que generaron una salida de su gente, como en las imágenes de todos los eventos que han pasado por uno y por otro lado.
Si muchos vivimos ahora en Chile es porque Chile cambió, y porque el modelo funcionó. Si algunos nos fuimos de nuestros países fue porque no funcionaban las cosas. Si regresamos a nuestros países porque allá vuelven las cosas a funcionar, y porque Chile deja de funcionar, será porque la gente creerá en los "listos del pueblo" que se convertirán en listillos, y estarán más allá del bien y del mal, como Ortega en Nicaragua, o como llegó a ser Correa en Ecuador.
El pueblo solo quiere paz, quiere capital, quiere financiamiento, mercado, vida, tranquilidad, y todo aquello no se lo pueden entregar los partidos, el estado, el poder, las armas, o las revoluciones. Solo se pide que haya democracia, que gane el mejor, que exista competencia electoral, que haya diálogo, y bueno, si aquello se produce donde deba producirse, será porque existen líderes como Rodrigo Paz Delgado, cuya memoria no solo estará en un estadio, o en una ciudad, en un club, en una quinta, un banco, o una familia, sino que estén en la sociedad.
Duele mucho la partida de Don Rodrigo. Mi más sentido pésame a su digna familia. Mi homenaje a su grandeza, y vaya una memoria para que las generaciones de allá cuiden esa memoria, y la pongan en el contexto de lo que El había visto y que en alguna u otra conversación nos dijo, en alguna de esas ocasiones, junto a nuestros maestros, y junto a nuestros amigos, como en su momento lo dijeron otros, acá y en todo el mundo.
Si las cosas, como en la Liga de Quito, siempre se mantienen en Blanco (Polera Alba) y Negro (El Apodo de su Estadio): SIEMPRE HABRÁ PAZ!
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