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"LA LISTA DEL INDULTO"


Fuente: El Mercurio, Online, Enero 16, 2023


Antes de partir, vale decir que estamos a tiempo de cohesionarnos como sociedades. Este texto clásico de Mandela es un buen ejemplo que todo líder del Sur del mundo debe seguir. No es opcional...


"CUANDO NELSON MANDELA OFRECIÓ EL ALMUERZO AL QUE SE ORINÓ EN SU CABEZA... “Después de convertirme en Presidente, invité a mi acompañante a almorzar a un restaurante. Nos sentamos y cada uno preguntó qué quería. En la mesa de enfrente, había un hombre esperando a que lo sirvieran. Cuando lo sirvieron, le dije a uno de mis soldados que fuera a pedirle a ese señor que se uniera a nosotros. El soldado fue y le dio mi invitación. El hombre se levantó, cogió su plato y se sentó a mi lado. Mientras comía, sus manos temblaban constantemente y no levantaba la cabeza de la comida. Cuando terminamos me saludó sin mirarme, le estreché la mano y se alejó.

El soldado me dijo: Mandela , ese hombre debe haber estado muy enfermo ya que sus manos no dejaban de temblar mientras comía.

- ¡No, no, absolutamente! La razón de su temblor es otra. así que le dije: Ese señor era el alcalde de la prisión en la que yo estaba. Después de que me torturó, grité y lloré pidiendo un poco de agua y él vino y me humilló, se rió de mí y en lugar de darme agua, me orinó en la cabeza.

No está enfermo, tenía miedo de que yo, ahora presidente de Sudáfrica, lo mandara a la cárcel y le hiciera lo que me hizo a mí. Pero yo no soy así, este comportamiento no es parte de mi carácter, ni de mi ética. Las mentes que buscan venganza destruyen estados, mientras que las mentes que buscan reconciliación construyen naciones. Al salir por la puerta de mi libertad, supe que si no hubiera dejado atrás toda la ira, el odio y el resentimiento, todavía sería un prisionero. "

Nelson Mandela

"Cuestión de escencia, no de apariencia".

Somos lo que hacemos no lo que decimos que vamos a hacer."


El Presidente de Chile, en su escencia, ha indultado (tiene dicha potestad) con desprolijidad (según su gobierno ha reconocido) al menos, y ha dado vueltas en el debate, entre la ilegalidad, la legitimidad, la forma, el fondo, la distracción, y el afán de olvido del gazapo.


Sí: es un gazapo, pues 8 de cada 10 personas (CADEM, 2022) está en contra al menos de uno de los indultos. Se jugó su capital político para asentar su 38% de techo dejado por el plebiscito del 4 de Septiembre (en que se rechazó la constitución por la que su gobierno se jugó públicamente), pero en lugar de acercarse al 40% de aprobación, está hoy con un 70% de desaprobación ya por 2 semanas seguidas, llegando su aprobación a 25%, con una brecha que ya es la máxima de su gobierno, y tiende a acercarse a la cota récord con la cual sería la más baja de la historia democrática de Chile tras la entrega de mando del General Pinochet en 1990.


CADEM, en su Estudio 470, para esta segunda semana de Enero, deja en claro, más allá de lo político, que ya casi la mitad del país "modelo" (hasta hace poco) de América Latina mira como complicada la situación económica:


Hacer política económica, o economía política con casi 50% de pesimismo no es posible. Es posible que el votante mediano castigue a las autoridades, y cualquier ministro que tome decisiones arriesgue una acusación constitucional que lo inhiba por cerca de un lustro, de poder trabajar bajo encargo popular, en la administración pública de alto nivel. Ningún profesional de valía tomaría un cargo en esas condiciones (no están puestos los incentivos para ello).


Y no solo los técnicos, sino también los políticos, que harían lo que la frase del momento proferida por uno de los líderes históricos de la centro-izquierda ha dejado como impresión en el mayor diario nacional de Chile: nadie quiere estar en la "lista del indulto".


La vocera del gobierno lo ha reconocido así:


Ciertamente, el apoyo político de base estará allí en minorías, y también habrá ministros que duren lo que puedan en medio de las secuencias de gazapos que serán más y más frecuentes mientras el gobierno se concentra en no cometer errores, pero su moral cae al piso al seguirlos cometiendo, pues no tiene -según se ve en los resultados políticos, económicos y sociales- el equipo necesario y las alianzas básicas para gobernar con éxito, al menos en el corto plazo.


Varios analistas piden ya, ahora mismo, un cambio de gabinete en medio del verano:


Ya no se habla solo de desprolijidad, ni solo se habla de desgaste, sino de "desangramiento", y es la sensación que queda, cuando la vieja "Concertación" le da la espalda al gobierno a la hora de formar listas para la elección de constituyentes.


Con ello, la Constitución que salga, si no llega a ser rechazada (que es lo más probable, según encuestas que parten con un 40% de rechazo desde ya), difícilmente será una partisana y propia del gobierno y el octubrismo indultado. Posiblemente será una muy mala constitución, eso sí, porque no le gustará a ninguna mayoría, y muy probablemente, será un conjunto de normas que solo podrán acordarse si se elige hacer todo lo contrario a lo que ha elegido hacer el gobierno: un texto minimalista, sin grandes pretensiones de cambio, sino muchas pretensiones de sostenibilidad a largo plazo.


Hay un grupo cada vez más creciente de ciudadanos que nos preguntamos en esas circunstancias si ¿lo mejor no será ganar la constituyente, que ya ha quedado instalada, para lograr proponer minimalismo, un acuerdo de principios, y pasar a comunicarlo en un acuerdo amplio que excluya al gobierno y al octubrismo?, ó si ¿lo mejor es no participar, dejar que las cosas sigan su curso, rechazar con toda consistencia, y dejar que permanezca la constitución vigente, con las reformas que pueda seguir haciéndole cada gobierno y cada congreso a futuro, en el marco instituido?


Posiblemente el gobierno deberá ceder y perder, de modo de no quedarse con la "lista del indulto", pues eso le permitirá avanzar en su agenda y no liquidar a toda una generación sin haber podido ejercer ningún poder. Si no lo hace, es posible que las noticias de hoy sean las mismas mañana, y así sucesivamente:


Si eso ocurre, las estadísticas no serán mejores que las que son hoy, y con suerte, no evolucionarán más, en contra:

La prensa internacional ya comienza a recoger esto como una tendencia:


Si el presidente no corrige, posiblemente el problema le pase la cuenta más temprano que tarde, pues casi 80% opina que las medidas correctivas previas en gabienete son insuficientes:

¿La lista del indulto será como un morir con las botas puestas?

Quizá seguir su programa es lo que quiera hacer, pero sSu brecha es, hoy por hoy, la más grande que ha tenido, y además, la que más rápido se ha desplomado, entre los últimos 3 presidentes:


Nadie se va a sentar con el gobierno si va con estas tendencias, que seguirán mientras no eliminen los indultos. Es entendible la promesa de campaña de un joven revolucionario, pero al asumir la presidencia, ante todo, debe ejercer autoridad y se debe entonces, a la realidad.


80% les dice a sus partidarios que cambien, y es hora de que el presidente los lidere, para que juntos se cohesionen, pasen a recoger la voz de las mayorías: las voces comunes que piden a gritos cordura y paz.


Le queda todavía un año muy duro por delante, para revertir, tras la caída, como lo hizo cada uno de sus antecesores; sin embargo, mientras Gabriel Boric no dé de baja los indultos, no podrá seguir con su agenda de gobierno, ni la agenda de estado, ni la de país, y mucho menos con la agenda continental.


Como líder, debe ser justo e institucional al formar convicción; por ello, deberá convocar por fuera de la #ListaDelIndulto.

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