LA ARGOLLA DE COBRE
Hay tres argollas de cobre que surgen en mi memoria al escribir estas letras:
1) la primera, aquella de un grupo de socialistas del siglo 21 que quisieron aniquilar a los pueblos amazónicos en conjunto con empresas provenientes de países comunistas, para crear una “argolla” que pudiera enriquecerse al controlar el cobre ecuatoriano.
2) La segunda, aquella de un grupo de empresarios de países capitalistas que poseían las riquezas del cobre chileno hace 50 años, previo a la nacionalización que comenzó con el trabajo de Frei Montalva y Aylwin más Allende, quien al final puso el ejecútese republicano y llevó a que el cobre, en manos de ingenieros y administradores chilenos, subiera en producción y llevase a la empresa pública hoy llamada CODELCO, 50 años más tarde, a ser la empresa top 1 global dentro de la argolla global del cobre.
3) La tercera, la argolla de matrimonio hecha de cobre que los matrimonios chilenos recibían del Banco Central de Chile, a cambio de sus argollas matrimoniales de oro, que servían para restaurar el equilibrio de la reserva de oro de las arcas nacionales, que había sido dejada en cero por el gobierno de Salvador Allende, en sus tres breves años de gobierno desde el momento de gloria de la nacionalización del cobre, hasta el golpeteo de las ollas comunes y los cacerolazos de los años 70s causadas por el caos económico de Chile.
Las tres argollas de cobre, la de los socialistas globalistas estatistas del siglo 21, la de los capitalistas globalistas empresariales del siglo 20, y la de los hogares de valores permanentes y globales verdaderamente familiares de todos los siglos, muestran valores diferentes: los de un estado que oprime, los de un mercado que sobrevive, y los de los hogares que salvan.
Hoy, muchos en Chile convocan a los matrimonios que todavía tienen sus argollas de cobre matrimoniales, a mostrarlas en sociedad, como parte de la memoria de lo que es el amor no solo por la pareja, el hogar y la familia, sino por la patria en libertad.
Debemos todos esperar que las nuevas argollas de falsas izquierdas y derechas unidas, que buscan jamás ser vencidas, no puedan corromper el espíritu del país que domina el mundo en su argolla del cobre. Si en lo republicano, el cobre es de todos los chilenos, entonces que en lo permanente, el sueldo de Chile, como se le llama acá al cobre, sea un ejemplo de cómo se desea servir desde el estado y el mercado, a la población, las personas, las parejas, los hogares, las familias y las comunas de todo este maravilloso país que amamos con fuerza todos los que lo habitamos con orgullo de pertenencia y paz de corazón al pensar en su futuro brillante, centrado en su gente y sus instituciones, su historia y su rigor.
Que prime la razón sobre la fuerza!
Roberto Salazar, ADN@+
Ps: la historia de las argollas es cierta, la cuentan desde la derecha, la izquierda y desde los tiempos del gran conflicto y la dictadura hasta los años de la democracia cristiana en Chile:
Democracia Cristiana: https://bradanovic.blogspot.com/2015/05/aventuras-y-desventuras-del-oro-en.html
Posiblemente, mejor que leer desde la política, sea leer la historia desde la academia y desde España. Recomendamos la siguiente lectura (página 181):
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