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IVA: ¿REDUCIRLO 4 PUNTOS?


TIEMPOS DE ESTANFLACION, TIEMPOS DE INVESTIGACIÓN


¿Qué ocurre en materia de generación de poder adquisitivo si se reduce el IVA en Chile del 19% al 15% ó incluso al 10%?

1) ¿Cómo impactaría lo anterior a la recaudación fiscal?

2) ¿Se debe esperar mayor crecimiento privado, menor inflación y mayor bienestar?

3) ¿Cómo variaría aquello, si la reducción del IVA permite no solo aumentar el consumo, sino también a la inversión privada de hogares para exportación y producción comunitaria para consumo interno?

4) ¿Cómo se puede implementar en lo legal y gubernamental local, junto al liderazgo inherente a cada comuna, un tren de DHLs (Diálogos Hexagonales Locales) que generen acuerdos locales, regionales y nacionales para discutir los puntos anteriores y crear hojas de ruta de propuestas atadas a la disminución del IVA como forma de mejorar el bienestar creando impacto no solo sobre la eliminación de la pobreza, sino sobre la mejora definitiva de la distribución de oportunidades?


REDUCIENDO EL IVA EN CHILE


En pandemia, el 24 de Mayo de 2021, la Cámara Baja de Chile aprobó de manera transitoria la rebaja del IVA a productos de la canasta básica familiar. La indicación fue aprobada por diputadas y diputados y despachada al Senado que la había declarado "admisible" el 18 de Mayo de dicho año.


De acuerdo a la indicación, el IVA se reducía a diez por ciento para: combustibles, alimentos, productos sanitarios, servicios de hotelería, belleza, deportivos y funerarios, entre otros. En tanto, se rebajarían a un 4 por ciento algunos productos básicos como: pan, harina, huevo, leche, queso, frutas, verduras, hortalizas, legumbres, tubérculos y cereales, más revistas, diarios o libros que no tengan publicidad. También quedaban afectos a esta disminución las medicinas, prótesis y servicios de teleasistencia (Calderón 2021).


El IVA comenzó en una tasa de 3%, diferenciada, en 1956, para pasar luego a una más generalizada de 8%. En 1976 se convirtió en un impuesto único, de traslación (pagadero por el consumidor y liquidado por cada parte de la cadena según agregue valor entre venta y venta). Hoy, pocas indicaciones quedan liberadas (entidades sin fines de lucro, entre otros), debiéndose pagar una tasa plana de 19%.


Cavada (2021) mencionaba las siguientes observaciones de técnica legislativa al proyecto:

a) Contribuyente beneficiado con la rebaja de tasa: La norma no distingue si se rebaja la tasa de IVA a la cadena completa de comercialización o solo para el vendedor final. En el análisis se supone que el Proyecto busca lo segundo, pues de lo contrario se afectaría la recaudación tributaria en forma importante.

b) Aumento de precio y disminución de recaudación: La rebaja de tasa ocasiona una leve disminución de precio final, pero inferior a la rebaja de IVA, pues el comerciante final debe aumentar el precio para ganar lo mismo, al no poder utilizar en su cálculo de IVA a pagar, el 19% de IVA Débito Fiscal de la venta, sino solo el 10% o el 4%. Por ello también disminuye la recaudación tributaria. Para evitar que el comerciante pierda dinero, puede implementarse un sistema de recuperación de IVA Crédito Fiscal, similar al existente en la construcción.

c) Dificultad en la fiscalización del IVA a lo largo de la cadena de producción y posible mal aprovechamiento del beneficio: La rebaja de tasa podría exigir un sistema de fiscalización sobre la cadena completa de producción y comercialización de cada bien o servicio con IVA reducido, fiscalizando que la rebaja se aplique solo a los insumos utilizados exclusivamente en la producción y comercialización del bien beneficiado, y no de otros productos que no gocen de la rebaja. Por ej.: El arroz y la alcachofa se utilizan como alimentos, pero también se utilizan en la producción de cerveza.

d) La franquicia no tiene efecto en los casos de Cambio de Sujeto: En los cambios de sujeto de IVA, los agentes retenedores retienen, además de su propio IVA, todo o parte del IVA de la futura venta que hará su comprador, o del IVA de su proveedor. Por lo tanto, en este caso no tiene sentido la rebaja de IVA, salvo que se aplique antes de la venta final.

e) Denominación del Impuesto, identificación de la norma a modificar y hecho gravado beneficiado con la rebaja de tasa: La norma reduce “el impuesto al valor agregado”, debiendo referirse a la “tasa” del Impuesto al Valor Agregado. Además, se reduce “el impuesto al valor agregado” a las “entregas y adquisiciones” de determinados bienes y servicios, debiendo referirse a las “ventas y servicios” (artículo 8°, D.L. N° 825 de 1974).

f) Objetos y servicios no definidos como esenciales, beneficiados con la rebaja de tasa: La norma no reduce el impuesto para bienes y servicios catalogados o definidos como esenciales, sino para una lista taxativa de bienes y servicios.


Tomando en cuenta este debate, y optando por una medida menos compleja, que se articule con el espíritu del legislador, más allá de lo fiscal, y más allá de lo tributario, el presente Memorando Económico de Investigación Legislativa estudia la contingencia tributaria, y en especial la discusión sobre el efecto que una "reducción del IVA" podría tener -de implementarse en toda la cadena, y de manera generalizada- sobre los precios, la inflación y los resultados sociales de pobreza y desigualdad en la economía de Chile.


Dado el alcance de la materia bajo estudio, el documento se restringió inicialmente para miembros inversionistas de la Red Santa Cruz y se lo ha hecho público gracias a una solicitud de apertura al Diálogo Hexagonal que ha realizado la Asociación de Municipalidades de Chile, AMUCH.


EL ESTADO DEL TRAMITE LEGISLATIVO ACTUAL


Conforme se observa en la Biblioteca del Congreso de Chile, "El 1 de junio de 2020 se presentó un Proyecto de Reforma Constitucional que “Modifica la Carta Fundamental para establecer por única vez, un impuesto al patrimonio de determinadas personas naturales, destinado al financiamiento de una renta básica de emergencia” (Boletín N° 13555-07, en adelante el “Proyecto”). El Proyecto se encuentra actualmente en segundo trámite constitucional ante el Senado. Dicho Proyecto incorpora a la Constitución Política de la República una disposición transitoria nueva, QUINCUAGÉSIMA SEGUNDA, que reduce “el impuesto al valor agregado” a un 10% y 4%, a ciertas entregas y adquisiciones de determinados bienes y servicios, que enumera taxativamente, “[ ] excepcionalmente, y para mitigar los efectos sociales derivados del estado de excepción constitucional de catástrofe por calamidad pública decretado a causa del COVID-19, durante el período que va entre la publicación de la presente reforma constitucional y hasta el 31 de diciembre de 2022 [ ]”."


En dicho marco, y estando ad portas del cierre de la pandemia, y habiendo pasado la urgencia que motivaba la medida, aún es pertinente analizar las posibilidades tributarias de la medida, y sus efectos positivos dables en materia de reactivación económica, así como en términos del potencial daño fiscal que dicha medida implicaría.


El debate actual, post-pandemia, se ha reactivado en función de dos escenarios: 1) interno, con la Convención Constitucional avanzando en sus deliberaciones, y 2) externo, con la Guerra en Ucrania avanzando en sus implicaciones globales.


Reducir el IVA, en tiempos de reactivación, puede servir para liberar a los hogares, consumidores y productores, de una carga tributaria importante que, si bien es central para financiar los gastos públicos asociados a la construcción de derechos legales, también distorsiona la economía al introducir diferenciaciones por sectores.


El debate se podría manejar de mejor forma si la rebaja no fuese diferenciada, y se pudiese hacer, como se realiza en este papel de trabajo, una simulación de una rebaja generalizada, bajo un Modelo General de Políticas, que permita hacer frente a la reducción fiscal inherente, pero también permita lograr desplazar la frontera de posibilidades económicas disponibles a los hogares para sostener los presupuestos familiares y empresariales en tiempos de cambios de modelos y cultura privada-pública a cargo primero de la Convención Constitucional y segundo, y de fondo, de la población votante en las diversas comunas de Chile dentro de un contexto global complejo.


HECHOS ESTILIZADOS Y ESTÁTICAS COMPARATIVAS


El estudio revisa datos de estáticas comparativas y hechos estilizados en primer lugar, de modo de comparar descriptivamente la situación de Chile con otros países de América, en especial con México y Colombia, así como con EEUU, los tres, países OECD.


1. LÍNEA DE BASE: LOS DATOS ACTUALES DE IVA, RECAUDACIÓN, INFLACIÓN, CRECIMIENTO, POBREZA Y DISTRIBUCIÓN


CARGA TRIBUTARIA


El Chile del año del Estallido Social (2019) tenía una carga tributaria total de 20.7% del PIB, que era menor en 13.1 puntos al promedio de la OCDE:


El promedio de los cuatro países OCDE Americanos reportados en el cuadro superior es de 20.33%, por lo cual Chile estaría en la media de la región, con mayor carga que los demás Latino-Americanos: Colombia, y sobre todo México.


El promedio equivale a una situación en la cual se tributa uno de cada 3 dólares producidos en la media de los países de la OCDE. Dicha media se ve afectada, a la baja, por la menor carga tributaria que tienen los países de América, donde se tributa 1 de cada 4, 5 ó 6 dólares que se produce respectivamente en EEUU, Chile y Colombia, y México.


De todas formas, lo anterior no compensa el arrastre hacia lo alto que se produce por la elevada carga tributaria que se tiene en países nórdicos y socialistas europeos, en especial Dinamarca y Francia, donde se llega a tributar casi 1 de cada 2 dólares que producen sus economías.


Al momento de analizar los modelos tributarios en sus efectos sobre crecimiento y distribución, es importante partir de las realidades comparables entre países y continentes, sobre todo en términos de stock de capital vs flujos de ingresos: cuando la riqueza nacional es alta, el ingreso nacional puede ser bajo y la tributación alta, pues no se necesita crecer tanto, pues muchas de las necesidades básicas de la población están cubiertas por infraestructura existente, tecnologías instaladas, y redes de servicios que pueden administrarse desde lo público bajo una lógica de bienes comunes a cuidar, más que desde una lógica de bienes privados a generar vía capitalización, crecimiento, carga y distribución, reducción de la pobreza, y aumento del bienestar.


Dentro de lo anterior, y sin entrar en las cifras de relaciones flujo vs stock, nos enfocaremos en lo pertinente: el Chile de hoy, en el contexto de su Continente, dentro de una media adecuada entre los países "más desarrollados" que la media del Continente, que no necesitan perder competitividad, sino mantenerla, para posteriormente converger.


Al mirar lo tributario desde esta perspectiva, se puede pasar a analizar el IVA no como un tema de nivel alto o bajo, sino como un tema de sobre-carga o sub-carga en comparación entre la media continental OECD vs la media global OECD:



Si en tributos en general, Chile está en la media de América y a mitad de camino de lo que se tributa en Alemania , en IVA en particular, Chile está al doble de la media global. Esto se repite en materia de utilidades corporativas, en desmedro de impuestos a los ingresos personales y contribuciones a la seguridad social, que son los tributos más abultados en la media de la OECD.


Reducir la carga del IVA, sin reducir la carga tributaria, manteniendo la carga a las utilidades corporativas (por razones de simulación), de modo de no castigar al consumo, sino de solicitar tributo al ingreso, podría quizá tener efectos de reducción de la inflación y la pobreza, creando aumentos en la igualdad al cargar más a quienes tienen mayores ingresos, y no cargar a toda la población en general, con efectos de cargas que se sienten más en hogares que ganan menos, y consumen más productos con IVA que otros hogares que pueden "eludir" dicho impuesto.


RECAUDACION


La tasa de IVA en Chile ha sufrido cambios históricos ligados a las necesidades de tributación, crecimiento y distribución en lo fiscal, económico y social:

(1) La tasa del Impuesto al Valor Agregado (IVA) es de un 19%, según lo fija el artículo 14 de la Ley sobre Impuesto a las Ventas y Servicios.


Ya se ha analizado que el IVA es el impuesto que más aporta a la recaudación total en Chile, pero no se ha mirado aún el comportamiento de la recaudación en el país en lo histórico, ni la comparación de dicha variable con respecto a México, como el país con menos carga tributaria en lo Americano dentro de la OECD:

Chile no es un país de Europa, y su nivel de capitalización no es el de dicho continente. Lo mismo, no es un país fronterizo con Estados Unidos, pero podría seguir el ejemplo de México, cuya competitividad frente a su vecino del Norte se mantiene en función de sensiblemente menores cargas tributarias. Si Chile quisiera reducir el IVA para beneficiar a su población en su consumo, podría seguir el ejemplo de un país como México, donde su gobierno actual se ha manejado con niveles de recaudación menores, y niveles de desigualdad menores que Chile:


Si se mira menos hacia Europa y más hacia América y Asia, se puede apuntar hacia México y su nivel de desigualdad similar al de Hong Kong, o la misma Venezuela, comparable con Malasia, que son países que buscan acuerdos de país desde diferentes formas de creación de acuerdos que les permitan competir con los países desarrollados: Estados Unidos y China, que también tienen niveles de desigualdad medios entre Perú y Costa Rica vs Indonesia y Corea del Sur.


Por ello, y desde una visión realista, ligada a modelos de tolerancia a la desigualdad e incentivo al crecimiento, Chile podría pensar en escenarios de reducción de carga tributaria vía reducción de IVA hacia niveles comparables con México, donde al adquirir la mayoría de productos y servicios, los mexicanos deben pagar un gravamen menor al de Chile. Según la Ley del Impuesto al Valor Agregado (LIVA), el IVA de México es 3 puntos menor al de Chile: 16 vs 19 por ciento. Debe tomarse en cuenta, además, que para el año 2022, la discusión en México para el Paquete Económico 2022 determinaba que algunos productos tendrían tasa cero.


Al ponderar dichos elementos, se puede pensar en una tasa de IVA implícita cercana al 15% e incluso media de 10% en México, por lo cual podemos comenzar a comparar los escenarios de Chile con los de México en términos no solo de puntos de IVA, sino también de recaudación con respecto al PIB, inflación, crecimiento, pobreza y distribución, como ya hemos revisado brevemente.


Antes de realizar dicha comparación, se debe tomar en cuenta que México ha optado por tasas inferiores de IVA y carga tributaria, porque a diferencia de Chile, debe competir en el TLCAN con EEUU y Canadá, así como debe participar en el G20, y cuya competitividad frente a Chile, en lo social, y no en lo económico, se puede medir en términos coyunturales en términos de mortalidad por millón de habitantes por razones de COVID19, al llegar a 2529 fallecidos Mexicanos vs 2919 fallecidos Chilenos por Millón de Habitantes, teniendo no solo más efectividad, sino mayor costo-efectividad, al tenerse un gasto público en salud per capita de solo 232 Euros en México, vs 670 Euros en Chile.


INFLACION


México tiene una inflación reportada de 7.3%, inferior al 7.8% de Chile, pero tiene una Inflación en Precios Industriales de 9.8% que es casi 3 veces inferior a la respectiva medición para Chile, con 28.9%:

La política que ha seguido Chile en los últimos años no solo ha generado inflación en lo industrial, sino que ha creado aumentos en los tipos de interés, creando impactos sobre los hogares a la hora de comprar casa propia, pero también complicando la capacidad de hacer negocios, hasta llegar a un IPI (Índice de Producción Industrial) negativo, de -3% en Chile, frente a un 4.3% positivo en México.


En vehículos por cada 1000 habitantes, al 2015 (antes de los retiros de fondos de las AFPs en Chile), el país tenía 247, frente a 307 que tenía México. Sin el efecto distorsionador de los retiros 1 a 4 ocurridos de los fondos de pensiones, y su traslado a precios más altos y consumo de bienes, se puede observar que la estructura de bienestar de México va por un camino que permitía mayor consumo, mucho antes de las crisis de 2019 a 2022.


En dicho sentido, México estaría resolviendo sus problemas de salud, sociales, de precios, tasas, industrias, de consumo y producción, de mejor forma que lo que lo está haciendo Chile, y quizá sea el exceso de cargas sobre la población, los hogares y las empresas, vía IVA, lo que esté impidiendo que la sociedad (y no el estado) pueda resolver los problemas con agilidad.


CRECIMIENTO


Antes de mirar los gráficos de crecimiento, miremos algunos fundamentos del mismo, como por ejemplo el aumento del gasto público en Chile, comparado con México, en términos per capita, con casi un 50% más en Chile que en México, y con una relación 5 a 1 en cuanto al gasto en defensa per cápita:

Chile todavía tiene mejores rankings en las agencias calificadoras de riesgo para el acceso a capitales, y tiene el doble de mejor situación que México en los índices de corrupción (percepción), y es un 50% más competitivo en su ubicación en el ranking, pero tiene una posición muy lejana en el acceso a transparencia en la información, teniendo resultados finales que pasan hacia los hogares con niveles de desempleo que duplican a los de México, teniendo salarios que deben ser más altos para cubrir los mayores costos de los bienes y servicios, que incorporan lógicamente, más IVA en su formación final de precio en el mercado.


Al mirar los indicadores antes mencionados, se puede observar el por qué de los resultados de crecimiento que se presentan a continuación:


En el último lustro y década, México volvió a tener un periodo de varios años en los cuales creció más que Chile. Eso no había ocurrido desde fines de los 70s e inicios de los 80s, habiendo sido más bien lo normal en los años 60s y 70s.


Para 2022 y 2023, se espera que Chile tenga la menor tasa de crecimiento dentro de la Alianza del Pacífico:


Una vez que pase el efecto transitorio causado por el efecto (de una vez) creado por los retiros de ahorros de las AFPs de Chile, el crecimiento será modesto, y en mucho puede deberse a tributos a tasas altas, sobre todo en IVA, que inhiben el crecimiento y aumentan la inflación, como lo muestra el caso de Perú, con un IVA de 18%, pero tasas mayores de crecimiento a Chile en los últimos años:

De hecho, en los años pasados, y previo a la entrada del pasado gobierno, mucha de la carga tributaria que el país tenía, había inhibido el crecimiento y la creación de empleo en Chile, comparándolo con los demás miembros de la Alianza del Pacífico, antes de toda la crisis reciente de los países y el planeta:


Hoy, con la crisis de cada país, y las medidas que cada uno ha tomado, se nota que el crecimiento de Chile fue alto en el 2021 por el disparo de fondos que solo fue menor al de Perú, donde también se produjo el mismo fenómeno, pero con más fuerza, pues allí se tuvo a casi 80% de los habitantes retirando sus fondos de pensiones.


MODELO GENERAL DE POLÍTICAS


Recordando que el IVA es una cadena, y opera de forma piramidal, con traslación, la base de la cadena podría descontar IVA en función de facturas que solicita a la parte media de la cadena, y esta última podría hacer lo mismo con respecto a la parte alta, representada por el consumidor final, que al no poder mostrar proceso de agregación de valor productivo, sino de consumo final, deberá ser quien cubra el costo correspondiente al 19% de recargo, siendo por ello, un impuesto neutro, que se puede simular bajo un Modelo General de Políticas como el comentado por Acemoglu (2005) a partir de Persson y Tabellini (2003): "The Economic Effects of Constitutions".



En el documento de Acemoglu se revisan los datos aportados en 2003 por los autores, mismos que añaden la parte empírica necesaria que hacía falta en el libro teórico fundamental de los autores, publicado por MIT: Persson y Tabellini (2000), "Political Economics, Explaining Economic Policy".


Se podría decir bien, a partir de la experiencia del autor con la literatura antedicha, que junto con el Socialismo del Siglo 21 en América Latina, se ha tenido un desarrollo del capitalismo político del siglo 21 gracias al trabajo pionero de Persson y Tabellini.


Por ello, se presenta aquí su versión del Modelo General de Políticas, en el cual se elige un nivel de bienestar en función de elecciones previas de ingresos, consumo, tributos y gasto, identificando la data pertinente en países receptores y emisores de inversión en la Red Santa Cruz (OECD y no OECD), de modo de poder simular los efectos que podría tener un acuerdo regional alternativo al pacto que se ha venido desarrollando en el Continente, que ha llevado a incrementar la carga tributaria, y en especial el IVA, como forma de financiar un nivel creciente de gastos que introducen los procesos constitucionales "dadores de derechos" que, conforme lo muestra la evidencia previa a la pandemia, han terminado erosionando en varios países el bienestar y la distribución del ingreso, como muestra la evidencia recogida y estudiada (como hipótesis aquí verificada).


En conformidad con los datos de estáticas comparativas antes presentados, pero con la modelización econométrica correspondiente, Persson y Tabellini presentan en su trabajo evidencia de sustento y corridas econométricas que permiten llegar a las tres siguientes aseveraciones basadas en evidencia y datos reales globales:

1) Los sistemas presidenciales y mayorías tienen gobiernos más pequeños que los sistemas parlamentarios y de representación proporcional (donde el tamaño del gobierno se mide como el gasto público como un fracción del PIB). Los sistemas mayoritarios también parecen tener un estado de bienestar más pequeño en términos no solo de gastos sino de déficits presupuestarios.

2) Por otro lado, los sistemas presidenciales o mayoritarios en general, no tienen solidez para evitar la captura de rentas políticas, combatir la corrupción y generar mayor productividad agregada del estado, salvo cuando los diseños institucionales del sistema electoral permitan recuperar de mejor forma las voluntades que se pierden al entrar en juego el tamaño de los distritos electorales (comunas): si los votantes emiten sus votos por políticos individuales o por listas de partidos, hay efectos significativos sobre la corrupción (vía descentralización).

3) Países con sistemas parlamentarios suelen tener resultados fiscales de déficits y deuda más persistentes que los países con un sistema presidencial. A saber, en los sistemas parlamentarios, los aumentos en el gasto público durante las recesiones no se revierten durante los auges. Hay un patrón similar, pero más débil, para países con representación proporcional (en relación con aquellos con elecciones mayoritarias). Finalmente, en consonancia con las predicciones de la política asociada a modelos de ciclo económico, la representación proporcional también parece generar una mayor expansión del gasto social en proximidad de elecciones.


Esta evidencia global ayudaría a entender razones para rechazar propuestas de parlamentarismo que pueden terminar en aumentos de gasto, déficit, incrementos del IVA, de los tributos, reducción de la producción, y concentración del poder desde una Asamblea no independiente del Ejecutivo, mismo que pasa a operar como un centro de corrupción y control social, centralizado, centrado en políticos individuales y no en representaciones de regiones, partidos, diversidades o ideologías.


La evidencia presentada y analizada mostraría que una reducción del IVA, en forma generalizada, sería una buena forma de liberalizar, siempre y cuando se pueda generar una propuesta de trabajo en representación dentro de las comunas de un país para aprovechar la menor carga tributaria y fiscal y producir más bienestar desde acuerdos entre empresas y comunidades:

La reducción del IVA será liberadora, en todos los escenarios de preferencias de políticas y de procesos de construcción de políticas públicas, amén de las reglas constitucionales que se mantengan o emergan, con sus respectivos resultados políticos que afectarán el funcionamiento de los mercados y los resultados económicos de la población, llevándoles a votar conforme a sus necesidades privadas y públicas, como hogares y comunas, y no conforme a los diseños de grupos de lobby de una u otra ideología, o conforme a diseños de grupos de activismo político en comunas, ciudades, regiones y países diversos.


Citando a Acemoglu, y en función del análisis que hacemos aquí para Chile: "Una respuesta diferente e innovadora la da Gerard Padro-i-Miquel (2004), quien también construye un modelo dinámico de políticas. Las divisiones étnicas son la característica clave de su modelo. Cada grupo étnico tiene miedo de reemplazar a su propio líder cuando está en el poder, porque esto aumenta la probabilidad de un cambio de poder de su propio grupo étnico a un grupo rival. Esto hace que el método estándar de control de las élites políticas en entidades políticas fuertemente institucionalizadas sea ineficaz y permite a los líderes no solo explotar a otros grupos étnicos sino también a su propio grupo étnico. Padro-i-Miquel muestra cómo este marco puede dar cuenta de una característica desconcertante de la política africana destacada por primera vez en el estudio clásico de Robert H. Bates "Markets and States in Tropical Africa" (1981): el uso simultáneo de transferencias e impuestos ineficientes sobre el mismo grupo".


Este texto resulta clave, pues lo ocurrido con el Ingreso Familiar de Emergencia (transferencia) y la persistencia del IVA en valores altos (19%) sin reducción real, ni generalizada, muestra un nivel de ineficiencia caracterizado por la persistencia de distorsiones no competitivas en los mercados que hacen que los hogares paguen IVA y precios altos, bajo una salida que se ha dado en los últimos meses vía inflación y aumento de precios, con la consiguiente pérdida de clase media por entrada en pobreza.


La reducción del IVA puede ser una forma de generar efectos redistributivos si se aplica en un contexto de inflación, en el cual no existe espacio político para aumentos de precios más allá de lo que ya se ha observado. Por ello, quienes poseen excedentes podrían absorber de mejor forma las pérdidas sugeridas por Cavada (op cit), y los hogares y consumidores finales podrían recibir beneficios directos sin mediar nuevas transferencias.


Recordando que el IVA es traslatorio, entre grupos, según estén en la parte alta, media, o baja de la cadena y la economía, podemos volver a Acemoglu: "En la lógica del modelo de Padro-i-Miquel, esta estrategia tiene sentido porque los líderes necesitan mantener contento a su propio grupo para permanecer en el poder. Esto establece un límite en la cantidad de impuestos netos que pueden imponer a su propio grupo. Sin embargo, los impuestos entre grupos están vinculados, ya que impuestos mucho más bajos en un grupo alentarán a otros grupos a cambiar de actividad económica. Esto motiva a los líderes a subsidiar de manera ineficiente a su propio grupo étnico para que puedan aumentar la tasa impositiva sobre su propio grupo étnico y, en consecuencia, gravar a otros grupos con mayor intensidad".


Reducir el IVA requiere construir modelos generalizados, que permitan evitar un debate centrado en dificultades de técnica legislativa, usando economía general y políticas abiertas y sencillas, con modelos elegantes (de pocos parámetros) que sean comprensibles de forma suficiente para que sean útiles para fortalecer las instituciones débiles.


"Aunque ahora hay una serie de modelos formales de creación y consolidación de la democracia (ver la revisión de la literatura en Acemoglu y Robinson 2005), muchos de estos modelos todavía están motivados por la práctica de políticas fuertemente institucionalizadas. Finalmente, casi no hay trabajo sobre cómo los cambios en las instituciones políticas formales afectan los resultados políticos y económicos en entidades políticas débilmente institucionalizadas. Todas estas son áreas fructíferas para futuras investigaciones."


Siendo lo anterior el estado del arte en datos, legislación, discusión de políticas, y revisión teórica y práctica, seguimos la recomendación de Acemoglu, y nos adentramos en un modelo General de Políticas en el cual se topan los elementos de bienestar bruto vía pobreza, bienestar relativo vía distribución del ingreso, y los elementos de producción y consumo vía ingresos, uniendo a las preferencias de los hogares (por países) los elementos de nivel de gasto y equilibrio fiscal correspondiente, tomando la recaudación de IVA (como único impuesto) y la tasa tributaria como un valor de IVA implícito, como único impuesto relevante para equilibrar las finanzas públicas y generar el gasto necesario para maximizar el bienestar (minimizar pobreza) y corregir la distribución (estabilizar la política).


POBREZA


En América, Chile es quizá el país que mejor recoge y representa la tendencia global de reducción de la pobreza extrema que se presenta en datos 1981 a 2015 para lo global, según la siguiente gráfica del Banco Mundial (2022):


La cantidad de habitantes en situación de pobreza (no solo pobreza extrema) en Chile subió del 8,6 % en 2017 al 10,8% en 2020 debido a la pandemia de la covid-19, según cifras divulgadas por el Ministerio de Desarrollo Social, a raíz de los primeros resultados de la Encuesta Casen (2020).


En términos de pobreza extrema, los valores de Chile han venido siendo casi nulos, al igual que los del Reino Unido, comparados con otras regiones del planeta y sus países vecinos:

La literatura revisada anteriormente, con respecto a los modelos étnicos presentes en Africa, al sur del Sahara, muestra que la elección constitucional de los países, centrada en razones étnicas, con altos impuestos y transferencias ineficientes produce pobreza extrema para las mayorías de la población, como ocurría a mediados de los 90s en Asia Oriental y el Pacífico, cuyas reformas liberalizadoras han llevado a reducir la pobreza extrema por debajo de la media latinoamericana, en niveles de pobreza extrema inferiores al 5%. Por otro lado, modelos ligados al Oriente Medio y el Norte de Africa, de corte extractivista, apuntaban en el año 2017 hacia niveles de pobreza extrema que tendían a aumentar. Modelos más liberales, de corte anglo-sajón, como los del Reino Unido, por otro lado, mantenían históricamente la pobreza extrema cercana a cero, tal como el caso de convergencia que se observa en el gráfico, para Chile.


Al mirar estos datos, vale la pena mencionar que los países más exitosos en reducir pobreza y mantenerla nula, como el caso del Reino Unido, durante el 2021, anunciaron, desde su gobierno, y ejecutaron una tarifa reducida temporal de IVA para industrias específicas. En Reino Unido se liberó la industria hotelera en julio de 2020, como una de varias medidas diseñadas para apoyar a ciertos sectores comerciales durante la pandemia. Otros anuncios ampliaron el tiempo durante el cual se aplicaría una tasa de IVA del 5 % para llevarla luego al 12,5 % el 1 de octubre de 2021 por un período limitado, antes de volver al 20 % el 1 de abril de 2022. Tras la guerra, se esperan posibles medidas del Ministerio de Hacienda del Reino Unido para brindar más apoyo al sector de la hostelería en el presupuesto manteniendo la tasa en el 12,5 %, o incluso reduciéndola al 5 %, indefinidamente. Por ahora, la tasa del IVA ha vuelto al 20% el 1 de abril de 2022 como estaba previsto, por razones fiscales asociadas a la guerra y sus costos para los países de Europa.



DISTRIBUCION


Vale la pena recordar un seminario de la Sociedad Econométrica Latinoamericana organizada por Ilades-Georgetown University, donde Engel et al (1997) comentaban su trabajo reciente (en esos años) sobre "Impuestos y distribución del ingreso en Chile: ¿es regresivo el IVA?".


En dicho seminario nos mostraban a varios economistas de la región afincados o de visita en Chile, que mediante una evaluación detallada de la estructura tributaria chilena vigente en dicha épica (en 1996), se podía concluir que la introducción de cambios bastante más drásticos que aquellos considerados en la discusión pública de ese entonces, no afectarían de manera importante la distribución del ingreso obtenida después de cobrar impuestos (y antes de que estos impuestos financien el gasto fiscal).


Dicha conclusión sigue vigente hoy en día, en el 2022, aplicando en los dos sentidos: un incremento, o una reducción del IVA. Drástica o no.


En 2007 se concluía que, en consecuencia, no era cierto que un cambio del IVA en dos puntos porcentuales o una reducción drástica de la tasa marginal máxima del Impuesto a la Renta (por ejemplo a un 30%) aumenten la desigualdad significativamente.


La conclusión anterior ha llevado a argumentar que la redistribución del ingreso se debía realizar mediante el gasto social, no mediante la recaudación de impuestos. El trabajo de Engel sugería que incrementar los impuestos que recaudan mucho y que son eficientes en su recaudación (tales como el IVA) no afectaba la distribución del ingreso. Del mismo modo, en tiempos de recesión global y guerra, el argumento se puede utilizar para generar crecimiento y reactivación al reducir impuestos.


Conforme se muestra en el siguiente gráfico, el mantener tasas más bajas de IVA, como lo hizo Ecuador (al mantener 12% de IVA) durante sus años de Socialismo del Siglo 21 (2007-2017) no impidió, conforme a lo indicado en el párrafo anterior, que se produzca una reducción de la desigualdad, al actuarse (no con tanta efectividad, por otro lado, al comparar los resultados con Chile) por la vía de la distribución de gasto por la vía fiscal:

Países como Noruega mantienen tasas de 25% en el IVA, pero se aseguran de no tener procesos de corrupción en el gasto, lo cual les lleva a tener mejores distribuciones por la vía del control de la calidad del gasto:

Países con altos niveles de corrupción no solo que aumentan el gasto y los impuestos, sino que además no reportan datos de distribución del ingreso, y cuando los reportan, sus efectos, como el caso de Ecuador, no son mejores que los de otros países menos corruptos pero que mantienen niveles de gasto efectivos en la reducción de la pobreza, aunque sin llegar a reducir la desigualdad, como ocurre en Chile.


El buscar las relaciones entre bienestar efectivo, pobreza, desigualdad, gasto, tributos, ingresos, consumo y políticas óptimas requiere una modelización integral, que tome en cuenta los diferentes modelos y permita pensar en cuál es el gasto óptimo como porcentaje del PIB para optimizar no solo la igualdad máxima dable, sino para minimizar la pobreza, manteniendo un nivel de ingresos acorde a las capacidades de cada país, según sus preferencias de consumo privado y de políticas públicas.


Aquello es lo que probaremos a continuación con los datos de países de la Red Santa Cruz (cuya sede es Santiago de Chile), utilizando el Modelo General de Políticas de Persson y Tabellini (2000).


2. MODELIZACIÓN MACRO-FISCAL, Y TRIBUTARIO-SOCIAL


Chile se ha adentrado en una carrera por pertenecer a los países que están por sobre la media de la OECD, segmento generalmente representado por países con mucho capital, pertenecientes al Norte del planeta. Tal como se ha observado, la riqueza de dichos países les ha llevado a tener tasas de carga tributaria alta y bajas tasas de crecimiento.


Al momento, la prioridad de Chile no parecería ser la de la distribución, al no poseer capitales como los tienen los países ricos con los que se compara, y al haber perdido 40% de los ahorros que tenía antes de la pandemia por los retiros que se dieron de 10% en 10% para pasarlos a consumo, inversión y generación de ingresos.


El Informe de Política Monetaria (IPOM) más reciente de Chile estima que la economía crecería entre 1% y 2% en 2022; y entre -0,25% y 0,75% en 2023, mientras que en 2024 se expandiría en torno a su potencial, entre 2,25% y 3,25%. (Mar 30, 2022).


En la OECD, el resultado básico que se usa para medir bienestar requiere avances en 11 temas utilizados para medir el bienestar: la vivienda, los ingresos, el empleo, la comunidad, la educación, el medio ambiente, el compromiso cívico, la salud, la satisfacción ante la vida, la seguridad y el balance vida-trabajo. Todos ellos son valiosos, pero en tiempos de pandemia, guerra, estanflación y polarización, las tasas de interés elevadas para reducir circulante generado por ahorros puestos en las calles, complica la vivienda en Chile, creando muchos campamentos informales. En cuanto a ingresos, la recesión no ha ayudado a crear ingresos y empleo a velocidades suficientes. Las comunidades han sido utilizadas, al igual que la educación y el ambiente como elementos políticos, de levantamiento de compromiso cívico frente a la crisis de salud, creando niveles de baja satisfacción con los indicadores de calidad de vida, amén de la creciente percepción de inseguridad y las complicaciones que el tele-trabajo trae para balancear la vida del hogar con el trabajo en el hogar, en especial para las mujeres, según varios reportes de www.adnplus.co.uk han estudiado durante los dos años de pandemia.


Por ello, y mirando una muestra de países diferentes a los de la OECD, este trabajo procede a seleccionar 39 países que estando o no en OECD, y estando o no en América, son relevantes para los retos básicos de crecimiento que tiene Chile de una forma u otra. Dichos países proceden de una muestra que está siendo observada globalmente como emisores o receptores activos de inversión de impacto en los últimos años de análisis como Red Santa Cruz.


Antes de modelizar, vamos a analizar descriptivamente dicha muestra de países relevantes en lo tocante a este estudio: comparar sus tasas de IVA, presentando los datos por País, Tasa estándar de IVA/GST y en caso de tenerlas, las tasas reducidas al 2021, previo a la guerra actual, por pandemia ya en salida al 2022:

  1. Argentina: La tasa estándar de IVA es del 21% / 10,5% (Tipo reducido del 10,5%)

  2. Australia: Australia tiene un impuesto sobre bienes y servicios (GST) que es equivalente al IVA. La tasa GST estándar es del 10%.

  3. Bahamas: Tasa de IVA estándar de Bahamas del 12%

  4. Bolivia: La tasa estándar del IVA (IVA) es del 13% según el artículo 15 de la Ley del IVA

  5. Brasil: Brasil impone un impuesto estatal equivalente al IVA (ICMS) Esta tasa la impone cada estado y está sujeta a un límite establecido por el senado federal. Las tasas pueden variar del 17% al 20% (Río de Janeiro). y la tasa más alta normalmente puede alcanzar el 25%. Generalmente se aplica una tasa del 12% a las transacciones interestatales B2C / 7%

  6. Islas Vírgenes Británicas: No hay IVA en las Islas Vírgenes Británicas.

  7. Canadá: La tasa estándar del impuesto federal sobre bienes y servicios (GST) es del 5%

  8. Chile: La tasa estándar de IVA es del 19%.

  9. China: La tasa de IVA estándar es 13%, 9%, 6% Tasas reducidas de 5%, 2% 1%, 1,5% y 0,5%.

  10. Colombia: La tasa estándar de IVA (IVA – Impuesto sobre las Ventas) es 19% / 5%

  11. Costa Rica: La tasa estándar de IVA es del 13%, la misma tasa que el impuesto sobre las ventas. 4%, 2%, 1%

  12. Curazao: No hay IVA en Curazao. (El impuesto a las ventas es del 6%)

  13. Ecuador: La tasa estándar de IVA es del 12%

  14. El Salvador: La tasa estándar de IVA (IVA) es del 13%

  15. Guatemala: La tasa estándar de IVA es del 12%

  16. Hong Kong: No hay IVA ni impuesto sobre las ventas en Hong Kong.

  17. India: Las cuatro tasas principales de GST indio son 5%, 12%, 18% y 28%

  18. Indonesia: La tasa de IVA estándar ha sido tradicionalmente del 10%

  19. Israel: La tasa de IVA estándar es del 17%

  20. Japón: La tasa estándar (Impuesto al consumo) es 10% / 8%

  21. Kazajstán: La tasa estándar de IVA es del 12%

  22. Corea del Sur: La tasa de IVA estándar es del 10%

  23. Malasia: El 1 de septiembre de 2018, el Gobierno de Malasia reemplazó el impuesto sobre bienes y servicios (GST) con un impuesto sobre las ventas del 10 % y un impuesto sobre los servicios del 6 %. / 5% (Impuesto sobre las ventas)

  24. México: La tasa estándar de IVA es 16% / 8%

  25. Nueva Zelanda: La tasa estándar del impuesto sobre bienes y servicios (GST) es del 15%

  26. Panamá: La tasa estándar de IVA en Panamá es del 7% y existen tasas complementarias del 10% y 15%

  27. Perú: La tasa estándar de IVA es del 18%

  28. Filipinas: La tasa de IVA estándar es del 12%

  29. Puerto Rico: La tasa del impuesto sobre ventas y uso (IVU) es 11.5% / 7% a 4% y 1%

  30. Qatar: No hay IVA en Qatar

  31. Singapur: La tasa estándar del impuesto sobre bienes y servicios (GST) es del 7%

  32. Tailandia: La tasa de IVA estándar es del 7 % (reducido del 10 % estándar hasta el 30 de septiembre de 2023)

  33. Turquía: La tasa de IVA estándar es 18% / 1% a 8%

  34. Ucrania: La tasa de IVA estándar es actualmente 20% / 7% a14%

  35. Reino Unido: El tipo de IVA estándar es del 20 % al 5 % (tipo intermedio temporal del 12,5 % introducido para suministros seleccionados en el sector de la hostelería.

  36. Uruguay: La tasa estándar de IVA es 22% / 10%

  37. EE. UU: No hay IVA en EE. UU.

  38. Venezuela: La tasa estándar de IVA es 16% / 8%

  39. Vietnam: La tasa de IVA estándar es del 10 % Las tasas de IVA reducidas son del 5 %

Los datos descriptivos de estos 39 países con oferta o demanda activa de inversión para la Red Santa Cruz (cuya sede está en Chile) indican lo siguiente en relación a tasa de IVA (T, observada en 2021) y tasa de crecimiento del ingreso (DY observada en 2019, antes de la pandemia):


En la media de los 39 países, la tasa de IVA (2021, sin tomar las reducciones de tasa por pandemia, que analizaremos posteriormente) es de 11%.

Dicho 11% es una tasa más baja que la de Ecuador en 1 punto, y 8 puntos menor a la de Chile.

Si se toma el error estándar de 1 punto, Ecuador y Panamá estarían en los límites altos y bajos esperados de la media de los 39 países.


La media de crecimiento es de 2.11% anual, medida antes de la pandemia para evitar sesgos por cambios de políticas en función del manejo de la crisis. Si se suman los 0.36 puntos, se tendría un límite alto de 2.47% potencial de crecimiento en la media más un error estándar favorable de crecimiento. La tasa de crecimiento potencial de Chile para 2024, de 2.25 a 3.25 contendría dicho rango, recordando además que Chile tuvo en otras épocas tasas bastante mayores que aquella con la que se está conformando en los últimos años por comparación con los países de bajo crecimiento en la OECD:

Si Chile tomase medidas para crecer una desviación estándar sobre la media de los 39 países objeto/sujeto de inversión de impacto en la Red Santa Cruz, podría llegar a tener tasas de 4.31%, más cercanas al 4.83% de crecimiento promedio observado en la media de 1990, 2000 y 2010 para Chile.


Ciertamente, Chile en 2017 había logrado crecer y converger a tasas de pobreza extrema similares a las del Reino Unido, como se ha observado ya gráficamente antes, pero igualmente, la pandemia ha traído incrementos de la pobreza, como también se analizó previamente:



Volver a pensar en Chile como un país que se compare más con Asia Oriental y el Pacífico es relevante, de modo que el país pueda crecer y distribuir. En ello, tener cargas tributarias a la Europea, no ayuda al país, como lo muestran las propias medidas de los mismos países europeos durante la pandemia, sacrificando recaudación fiscal vía IVA, de modo de poder reactivar sectores comprometidos por el fantasma de la recesión y la pobreza.


Al revisar las correlaciones simples entre IVA, Crecimiento y Pobreza Extrema de los 39 países se tiene lo siguiente:


Si el rango ubicado entre -10% a +10% se considera nulo, la única correlación interesante es la de crecimiento vs pobreza extrema, como siempre se ha conocido en la literatura. Por ello, junto con crecer, la meta de Chile debería ser crecer con rapidez mayor, de modo de mantener a raya la pobreza extrema, sin mediar consideraciones tributarias para el crecimiento, ni mediar consideraciones tributarias distributivas, que parecerían ser triviales, como apuntaba el trabajo de Engel ya citado.


Conforme se observa, la correlación simple puede esconder y enmascarar otros fenómenos que al incluirse, con indicadores pertinentes, pueden mostrar con claridad si lo tributario causa o no lentitud o aceleración, así como si genera o no pobreza aumentada o reducida, al combinarse con libertades de inversión privada o con reformas del gasto público.


3. SIMULACIONES


Para analizar con certeza los efectos, se ha corregido los datos para trabajar en modelos de brechas de bienestar entre los países que poseen datos de pobreza extrema no nula (24 de 39), de modo de construir las siguientes variables observadas para construir una regresión de corte transversal sencilla, con suficientes grados de libertad para explicar los efectos en bienestar que tiene el consumo (medido por una proxy de brecha de consumo energético per cápita, dada la coyuntura global actual en la materia), el crecimiento (en brecha frente al máximo observado en el grupo de países), y el IVA (en brecha frente al máximo IVA observado).


Tomando en cuenta los 24 países relevantes para inversión de impacto (en emisión o recepción) para la Red Santa Cruz, con datos de pobreza extrema (h), se ha construido un índice de bienestar, tomando el país con más pobreza extrema como el que tiene cero bienestar en el índice "w", mientras los países con el mínimo de pobreza extrema tienen hasta un 99% de "w":


Las tasas de IVA máximas, por otro lado, marcan el máximo del índice "t", siendo 100% para Uruguay, cuyo IVA es el máximo en la muestra con 22% de tasa. Por otro lado, EEUU tiene "t" nulo por tener tasa cero.


"d" es la tasa (diferencial porcentual) de crecimiento anual de cada país.


Finalmente "c" es un índice de consumo (percápita) de energía, donde el país con el máximo observado se convierte en 100% (en este caso, Canadá).


Con dichos elementos, se puede correr el modelo general de políticas, para crear una regresión en la cual w=f(t,d,c):



Siendo un modelo de corte transversal, se tiene una muy buena regresión, con un ajuste del 87% y una significancia del 100% estadísticamente hablando (según el R2 ajustado y el test F de la regresión presentada).


Recordando que "t" recoge la brecha en IVA frente al máximo IVA observado en la muestra, se tiene que mientras más se acerque un país al máximo de IVA observado, más bienestar se tendrá en comparación con los países de la muestra. Si un país que está en el mínimo de IVA (cero) alcanza el máximo de IVA (100%), financiaría y lograría cerrar en un 79% (entre 58% a 99% en realidad) el cierre de brecha en bienestar frente al máximo bienestar observado en la muestra.



Si se trabaja en w=f(t,c), excluyendo "d" (la Tasa de Crecimiento Anual del PIB de cada país en la muestra), se puede descartar el crecimiento como factor reductor de la brecha de bienestar, enfocándonos más en lo tributario, que es lo central: usando la hipótesis de convergencia al trabajarse en brechas de bienestar). Al usar esta especificación se observa que el efecto público es inferior pero complementario al efecto privado de consumo, medido por la proxy de consumo energético, cuya "elasticidad" es 10 puntos superior a la pública. Si un país trabaja al 100% en cerrar su brecha de consumo energético (lo cual sin duda implica inversión y crecimiento implícito), creará un 96% de brecha menor de bienestar.


Bajo esta lógica, se puede analizar simulaciones de reducción de tasa del IVA desde 19% a 15% y hasta 10% para Chile y los demás países, de modo de estudiar qué ocurriría con el bienestar, haciendo el supuesto de que la tasa es exógena y que no tiene relaciones con el consumo energético, como lo muestra de manera implícita la regresión (son variables ortogonales por construcción y demostración vía regresión).


Si se simula una reducción de 4 puntos planos (donde sea posible, hasta llegar a IVA cero), se tiene la siguiente situación:

Si se reduce el IVA hasta 10% (para Chile), con -9% para los demás, se tiene la siguiente situación:

Finalmente, si se incrementa el IVA en 3 puntos, para llegar al 22% de Uruguay, se tiene lo siguiente:


CONCLUSIONES




Una reducción de IVA de 4 puntos en todos los países, sin diferenciaciones, maximizaría el bienestar al tomar en cuenta efectos públicos (t) y privados (c) sobre el bienestar (2).


Una reducción de 4 puntos de IVA, con posible negociación de 1 punto a recuperar como forma de cubrir costos de financiamiento de inversiones que permitan cubrir la producción y entrega de 1 punto incremental de consumo de energía (como proxy de la capacidad de consumo por parte de los habitantes de los hogares), llevaría a 1.67 puntos de reducción de brecha en pobreza extrema dentro de los 24 países observados y un aumento del bienestar.




El análisis es sensible a los puntos de partida, por lo cual se requerirá más investigación a nivel de más países, así como más desagregación a nivel de territorios específicos dentro de los países. La predicción, en todo caso, en términos de bienestar real vs esperado, muestra convergencia en los niveles más altos de IVA, en los cuales se encuentra ya Chile, por lo cual se puede observar que reducciones del IVA pueden conducir a mejoras en bienestar como las estudiadas, pudiendo tomarse medidas transitorias de reducción del IVA hasta 15% de modo de permitir que actúe el efecto beneficioso (superior) del sector privado, frente a la menor efectividad del estado, en los datos generales observados.


Podemos, con esto, presentar las siguientes conclusiones:


1. El análisis de datos permite discutir con evidencia la deseabilidad de reducir el IVA en 4% hasta alcanzar 15% en Chile, así como liberalizar espacios de gasto público para permitir el gasto privado y el consumo o inversión en los demás países emisores o receptores de inversión de impacto.

2. Es necesario investigar más países con la metodología aquí propuesta, usando el modelo general de políticas como marco conceptual que entrega regresiones sencillas y de calidad, con datos del Banco Mundial trabajados por ADN@+ y la Red Santa Cruz.

3. Junto con la mayor investigación, hay pasos siguientes a realizar, en el sentido de llevar este análisis hacia datos más acotados en territorios no solo nacionales, sino de ciudades y comunas donde la desigualdad, los ingresos, y el efecto de los precios y los impuestos sobre el consumo y la inversión se sienten con fuerza.

4. Los contenidos publicados aquí permiten discutir las distribuciones de necesidades y posibilidades tributarias, en función de las necesidades y posibilidades de consumo y crecimiento del ingreso, mismos que en territorios específicos reciben el impacto de políticas centralizadas que no siempre van acordes a las particularidades regionales y los atributos intra-país.

5. La expectativa es que este documento sirva para sustentar aspectos de comunicación y relato informado para los encuentros que durante la Convención de Chile y posterior a esta, en lo local y lo internacional, se den entre políticos, empresarios, asociaciones, comunidades, espacios de amigos y sobremesas familiares.

6. Hemos contribuido, por ello, con este primer papel de trabajo con un análisis relacionado con la simulación de los efectos que podría tener una disminución de IVA en dos escenarios de rebaja de tasa del IVA al 15% y 10%. Para cada escenario se responden las cuatro preguntas siguientes: 1) ¿Qué impacto macro se tiene en lo fiscal y privado?, 2) ¿Cómo se afecta en ingresos, consumo, bienestar y distribución a las familias y comunas de hogares y trabajadores cuyo ingreso les lleva a correr riesgo de pobreza?

7. Finalmente, se observan, implícitas, posibilidades de desarrollar asociaciones privado-comunitarias en ausencia de gasto fiscal y en presencia de inversión privada dable en función no solo del trabajo existente en las comunas, sino de su capacidad de consumo y producción, así como también del trabajo macro en torno a la mayor flexibilización de las políticas públicas, incluidas las tributarias, para gestionar liberación de tributos, reducciones de cargas que alivianen los esfuerzos privados y permitan generar bienestar sin mediar la presencia productiva del estado, cediendo energía al sector privado, al reducirle la carga tributaria, independientemente de la eficiencia recaudatoria existente o no de este último, e independientemente de la capacidad de crecimiento de la economía, y sin mediar análisis de corrupción que quedan implícitos en este trabajo que simplifica con poder explicativo suficiente el análisis a dos variables explicativas del bienestar w=f(t,c).


PREGUNTAS PARA FUTURA INVESTIGACIÓN


Posibles extensiones del modelo de Persson y Tabellini, al final, pemitirán retomar siguientes preguntas de investigación: 1) ¿Qué ocurre en materia de generación de poder adquisitivo? ¿Cómo se impacta la recaudación fiscal? 2) ¿Es Positivo, Nulo, o Negativo el efecto macro de una reducción del IVA sobre la recaudación, el crecimiento, la inflación y el bienestar?, 3) ¿Cómo variaría aquello, si junto con una reducción del IVA se permite mayor liberalidad en la inversión privada para exportación y producción comunitaria para consumo interno; se mantendrían los mismos efectos en la recaudación, la inflación, y el efecto de todo aquello sobre la inversión y la capitalización de la economía del país, y la distribución de ingresos intra-territorial a nivel de diversas áreas locales, para generar crecimiento basado en inversión y efectos locales agregables de distribución de la inversión privada sobre la pobreza?


RECOMENDACIONES


Este documento de trabajo recomienda una reducción del IVA plana de 19% a 15%, tomando en cuenta variables pertinentes en la coyuntura de guerra. Al no ser un trabajo académico, se recomienda mantener Diálogos Hexagonales con la Academia, con el Sector Público, el Sector Privado, las Organizaciones de Sociedad Civil, y por supuesto (y sobre todo) las Comunas, de modo de validar la propuesta sobre una base cualitativa, centrada en una última pregunta de investigación cualitativa: ¿Cómo se implementaría con máxima celeridad todo lo anterior, incluso desde lo legal pero sobre todo desde lo gubernamental local, si se tomara en cuenta un tren de DHLs (Diálogos Hexagonales Locales) que generen acuerdos locales, regionales y nacionales que logren crear hojas de ruta de impacto en el empleo y las oportunidades de emprendimiento como formas de impactar no solo sobre la pobreza, sino sobre la distribución?



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