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INTROSPECCION

Hay demasiada mala fe circulando en redes; muchas "falacias". La única forma de mantenerse equilibrado es estar atentos y contrastar cada información que se recibe antes de circularla. Siempre ha sido así, pero ahora es vital.



¿Cómo se le puede hacer para ponerle freno a la burbuja de las malas palabras, no por garabatos, sino por su insulto a la inteligencia y al corazón con que se nos inunda los espacios desde las redes? La introspección es el mejor camino.


Vamos a dar dos ejemplos de tendencias mediáticas que nos llegan, afectando el mundo del poder y el del dinero.


Política, Poder, Dilema Agente-Principal y Legislación


Las leyes las hacen los políticos en función de lo que desea la población, que es la que posee el poder en las democracias modernas.


Lastimosamente, a veces, entre los fenómenos de masas, se pierde la individualidad, se piensa solo en grupo, y las señales que se envían son unas muy diferentes a las que se razonan cuando en silencio se procede a ir a votar.


Otras veces, demasiadas, los políticos, como agentes a cargo del bienestar de la población principal, no cumplen con su encargo y trabajo aunque siempre están ocupados: no controlan su agenda y no tienen momentos de paz.


La frenética política les quita el pulso y ellos a su vez le quitan la respiración a la sociedad; así, se mantienen en el poder en "piloto automático": sin ser ya líderes, sino siendo ya solo seguidores de las voluntades de quienes ya únicamente piensan en función de uno o más grupos.

Sin introspección, el mandante y el mandatario se vuelven piezas de una espiral de inconformidad personal y de muerte de la individualidad, algo que a la larga, implica la muerte de la libertad.


Muchas personas creen que la parte más grave con la cual los políticos pueden alejarse de sus mandantes es el presupuesto de los países; lastimosamente, hay más en juego a veces en una ley que en una partida presupuestaria. A veces un proyecto de inversión pública puede tener mucho espíritu de un grupo pequeño de líderes, pero en cambio, en general, un proyecto de ley siempre tendrá una serie de cesiones de libertad entre grupos, para crear algo que no será satisfactorio ni para los bandos legislativos, ni para la población que tributa y paga los sueldos de sus legisladores.


Frente a esta tragedia, los políticos adoptan una posición cínica: se enfocan en lo electoral y lo post-electoral. El tercer tiempo de los políticos es el de la "tercera vuelta", en la cual ya no importa ser finalista o ganador, sino mantenerse en el poder. Allí, lo que importó para los dos momentos previos pasa a ser relativo, pues ya se tiene el poder y el juego ya no es electoral, sino ejecutivo.


En dichas circunstancias, la identidad y la identificación con lo personal y lo social, se convierten en vacíos y es poco aquello en lo que las máquinas políticas pueden lograr cumplirle a los votantes:



Tener Dinero y Ser Humildes


La economía va más allá de las meras finanzas, y estas últimas van mucho más allá de las puntuales finanzas públicas. La introspección es capaz de generar propuestas con fuerza para sobrepasar la legislación y avanzar en el mercado.




Así como las leyes van en contra de la capacidad de generar transferencias de riqueza entre grupos privados, sociales, comunitarios y territoriales, es posible que quienes estén enfocados en el bien común puedan enriquecerse sin tocar un solo dólar vía estado, sino solo colocando realidades que superen los vicios de las reglas del juego hechas desde los agentes que benefician a otros agentes, pero no van en favor de los principales jugadores: los habitantes medianos de los territorios y del país.


Allí es donde ni las derechas ni las izquierdas importan, sea que cumplan o incumplan, pues lo político en sí mismo importa ya poco: es el momento en que la gente termina dándose cuenta de que no puede esperar que desde el estado le lleguen soluciones, sino solamente libertades, vía leyes, liberales, que permitan que la gente esté libre de trabas, y pueda reproducir su dinero, ser productivo, y disfrutar de bienestar en función del trabajo, el capital y otros factores generadores de ingreso privado.




Quizá, por ejemplo, en Chile, como en España, la introspección lleve a entender por qué los partidos recientes de derecha, como el Partido Republicano, o los grupos recientes de centro, como Evópoli, o los de izquierda, como el Frente Amplio, están teniendo una vida efímera o débil en sus candidaturas.


Son más bien los partidos más ideológicos, formados en introspección, los que ya tienen a sus candidatos bastante definidos.

Veremos, según siga transcurriendo la pandemia y se tenga el espacio de silencio y conversación hogareña, cómo la UDI, posiblemente con Lavín, el Partido Comunista, con Jadue, o incluso el Humanista, con Jiles, se irán posicionando en su carril y concentrarán los votos históricos.


Será interesante mirar lo que logren Jadue y Jiles, ambos del "Juntos Podemos" (que hoy ha sido derrotado en España), sobre todo si en Chile se observa el mismo comportamiento visto en España, tras la abrumadora introspección de su población, en la capital, misma que una vez salida de la pandemia se volcó hacia la derecha.


Quizá allí tengan espacio los partidos nuevos, pero todo dependerá del silencio y la conexión con lo profundo de la identidad y del ser en cada país, como ya ocurrió en Ecuador, pasará en Perú, ocurrió en Bolivia, pasó en España, y seguro terminará pasando en Chile.

Los tiempos de pandemia nos exigen introspección, acuerdos de mínimos entre las fuerzas tradicionales y nuevas en nuestras vidas y en nuestras actividades.


Miremos el caso de Inglaterra finalmente, en el cual se llama al orden a conservadores y laboristas, desde la Corona, para financiar (juntos) la salud y la protección social. La corona se muestra fuerte; posiblemente influenciada por la propia majestad de la autoridad, tras sus tristes días de duelo y campo, vida y tranquilidad, en los que se valora más la vida y se tiene más empatía con los que pierden a los seres queridos.


Que el ejemplo del Reino Unido sea algo que sigan nuestros políticos en Ibero-América: los necesitemos en silencio y diálogo a nuestros políticos y a nuestros ciudadanos, para llegar a estar calmos, pensar despacio, hacer introspección, y dialogar, o liderar, o votar y transformar.


The Queen's Speech


Finalmente, para hacer una pausa, y mirar lo que es la institucionalidad, una casa real-real, con un liderazgo sostenible, más un conjunto de personas representativas de la tradición del territorio, más la suma de líderes de entre los comunes, en lo conservador y lo liberal, juntándose en tradición e incluso ritualidad, los invitamos a hacer una pausa y mirar el Queens' Speech.


No solo escuchemos lo que dice la autoridad del Reino Unido desde la Majestad real del poder, sino lo que ocurre entre todo el establecimiento político del querido United Kingdom, en toda su ritualidad y respeto por la historia y la tradición:



Saludos y Viva América Latina y el Mundo Libre!

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