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HUMANIDAD

Al ingresar a la Facultad de Economía en mi país, lo primero que aprendimos era que nuestra disciplina era la Reina de las Ciencias Sociales. Al terminar el postgrado Americano, logramos Masterizar las Artes que hacen de la Economía la más Matemática de las Ciencias Humanistas.


Esta última palabra es, pasados 25 años de experiencia tras el post grado de 1996, la clave: Humanismo, Humanidad:



Lo económico es solo una base menor en una pirámide mayor, que contiene más sentido de proyección, derechamente, en términos de utilidad para la humanidad, si pasa por un crecimiento en el desarrollo y punto de escape de nuestra humanidad en términos del desarrollo de nuestra economía, sociedad y solo entonces, de la política.


Hoy por hoy, el hacer consultoría se ha convertido en un concepto hexagonal no solo en cuanto a la economía, como centro de la humanidad para crear sociedad, sino en términos de proyectar dicha sociedad hacia reconstruir la política.


Hexagon Consultores parte de un concepto de desarrollo económico y social que la proyecta hacia el servicio a la política pública, siempre humana en su base.


Las ciencias humanistas pueden proyectarse vía lógica matemática y tecnológica, que parten -ambas- desde una base de humanidad orientada hacia la derecha política pública como punto de encuentro:




Participar indirectamente en la política pública tiene sentido para los consultores si y solo si el trabajo diario viene dado por una estructura de desarrollo que apunta hacia algo concreto: los negocios sostenibles y responsables...



La lógica de Negocios, que se desarrolla gracias a la Matemática y la Tecnología, es un punto de escape que no puede dejar de tener una base humanista, económica, y social que genera una supremacía micro por sobre lo macro de las políticas públicas.


La forma de evitar que los negocios se hagan en la cúspide, solo entre quienes detentan el liderazgo de políticas públicas, es mirar hacia atrás, vía tecnología y matemática, para buscar la base de la pirámide: no solo la sociedad, sino la economía misma, como un puente hacia la humanidad.


Si nos perdemos de la palabra clave, perdemos la lógica, y terminamos extraviados en la riqueza y el poder como economistas.


Por ello, el concepto de fondo debe ser acompañado por un concepto de proyección que lleve desde la lógica humanista hacia un desarrollo de ciclos reales de negocios: el diálogo de diversos; el diálogo hexagonal...




Sin un Diálogo Hexagonal, no es posible crecer estructural y liberalmente a la vez:





Solo un ADN Plus (ADN@+) centrado en la lógica hexagonal de la humanidad puede crear una dinámica de incidencia centrada en el equilibrio del desarrollo económico, social y sustentable, a la larga y en el conjunto, para tomar en nuestras manos la responsabilidad asumida en contratos humanos, económicos, sociales y públicos observables, exigibles y verificables, en los que participen gobiernos nacionales y locales, comunidades urbanas y rurales, organismos internacionales, y por supuesto medios de comunicación, sociedad civil y corporaciones y empresas privadas, para construir alianzas público-privadas, comunicación e ideas globales, y por supuesto, inversiones responsables y ciudadanas.


Esta estrategia de trabajo ha cumplido 15 años y ha cubierto ya cinco continentes. Nuestra búsqueda nos lleva hacia la construcción de un proceso de fondo: el liderazgo, que solo puede hacerse con sangre, sudor y lágrimas, y no puede fundamentarse en otra cosa, por ello, que la más grande humanidad: la de ver la crisis como una oportunidad, y la de ser resilientes frente a un mundo de deudas, dificultades, decisiones valientes, y conversaciones transparentes en las cuales se vea a flor de piel el juego en el que están los actores centrales de todo este proceso: las familias y los hogares:




La Humanidad va en la base y en el centro de lo hexagonal, y se representa por ese diálogo que nos permite ligarnos desde nuestra música, nuestras cervezas compartidas en el hogar y familia, con amigos, mirando nuestras películas, escuchando nuestros podcasts, compartiendo nuestros libros, leyendo nuestros blogs, comiendo juntos algún sandwich, llevando a cuestas nuestros teléfonos, y sobre todo, haciendo política pública desde nuestros dilemas de "hackers" de la vida, robándole a diario nuestros cinco centavitos de felicidad...


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