Glorias del Ejército Chile, Desarrollo y la Nueva Guerra Mundial
Roberto F. Salazar-Córdova
ADN@+
19 Septiembre, 2020
Santiago de Chile
Jamás Vencidos
El Día de las Glorias del Ejército conmemora al ejército chileno y su aporte a la edificación de la historia de Chile desde el periodo de la independencia que inició en 1810. Siempre me ha llamado la atención la celebración del Día de las Glorias del Ejército de Chile, que ocurre al día siguiente de las Fiestas del 18, en que se conmemora la Primera Junta Libertaria de dicho año.
Bajo el saludo de “Jamás Vencidos”, los ciudadanos celebran junto a los militares y su imponente parada que, este año 2020 por la pandemia de corona virus, y tras la presencia militar post estallido social del 2019 se convirtió en una ceremonia diferente.
Y es que las circunstancias hacen que muchas veces se pueda celebrar una victoria sin participar de una guerra, o se pueda demostrar la fuerza sin hacer una parada.
Algo parecido ocurrió hace 8 décadas, en las que el ejército de Chile no tuvo participación formal en las batallas que hubo en todos los continentes, y ojo que Chile podía participar; sin embargo, su poderío se mantuvo de la mano de su habilidad para negociar y gestionar un futuro sin comprometer su presente.
El Toltén
De todas formas, y sin disparar una bala, el 13 de Abril de 1945, ya en los últimos meses de la guerra, Chile dejó atrás su pasividad tras el ataque nacional-socialista (nazi) del vapor Toltén, uno de sus barcos mercantes, mismo que sufrió 27 bajas, tras recibir un torpedo del Submarino U-404 no frente a sus costas, sino frente a Nueva Jersey en los Estados Unidos.
Ese día Chile declaró la guerra a Japón en un momento en el que ya el destino de la guerra era irreversible. El Toltén no era un barco militar, sino que abastecía –como no- de Salitre a Baltimore. Dicho barco había recibido la orden de navegar a oscuras por las fuerzas estado-unidenses y aliadas, lo cual le hizo sospechoso y no le permitió navegar bajo una bandera neutral, como lo habían programado.
El Ejército y la Paz
Tras la paz, no hizo falta involucrar a la marina, la aviación y mucho menos al ejército, para consolidar a Chile -con rigor- como parte protagónica, poco a poco, del enredado concierto mundial.
Hay que recordar que fuera de lo militar, en lo económico, Estados Unidos ya tenía consolidada su influencia sobre Chile. A partir de 1915 Estados Unidos empezó a ser el principal importador de productos chilenos y la primera fuente de abastecimiento de Chile, reemplazando rápidamente a Gran Bretaña.
Saliendo de los mares y volviendo a la tierra, Estados Unidos había comenzado durante la post primera guerra mundial las primeras inversiones mineras en Chile haciendo que el Cobre se convirtiera ya –para los tiempos de la gran crisis de los años 30- en el primer producto de exportación chileno, desplazando al viejo Salitre que igual, seguía exportándose desde los ingleses pero hacia Estados Unidos, como ocurrió con el Toltén, y no llevando los recursos hacia Londres como centro financiero, sino hacia Nueva York y su puerto conjunto con Nueva Jersey.
El Comercio como Guerra Moderna y Pacífica
Chile siempre ha sido un hábil negociador comercial.
Hay que recordar que su neutralidad se relacionaba con el hecho de que Alemania compartía una buena porción del mercado de exportaciones chilenas junto a Estados Unidos y Gran Bretaña. Algo parecido en el siglo 20 a lo que le ocurre a Chile con China y Estados Unidos en el siglo 21.
Hay que recordar también que Chile había suspendido sus pagos de deuda en 1931, cuando la gran depresión golpeó las importaciones de cobre como hace poco ocurría (en lo económico, más no en lo financiero) con la gran crisis del COVID19.
Claro, además hay que recordar que en el caso chileno y su relación con Alemania, hubo además una relación de fondo en la formación del ejército (similar a la formación británica de la armada y a la formación de élite estado-unidense en la fuerza aérea, donde tradicionalmente se envía al mejor alumno a estudiar en la Academia de Guerra Aérea de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos).
Es importante recordar entonces que Chile, durante la segunda guerra mundial, pero tradicionalmente, siempre se mantuvo abierto al comercio con las diversas fuentes de mercado, y como en los 40s del siglo 20, no se involucra hasta que no tiene más remedio que convertirse en ganador y participar de la fiesta.
Hoy forma parte clara del mundo tras derrotar a los nacional-socialistas, habiendo antes declarado la guerra a Japón y nunca realmente a Alemania, trabajando contra el enemigo de su aliado y evitando siempre entrar en guerra con otros aliados.
Cosas lógicas de la diplomacia y del comercio, por supuesto.
Se debe tener presente -para los tiempos actuales- que la alianza chilena con Estados Unidos quedó consolidada definitivamente por sobre la alianza con el Reino Unido y Alemania, y claro, post segunda guerra mundial, y desde los años 70, dicha alianza se mantiene consolidada definitivamente y más aún en los nuevos tiempos de la guerra fría.
La Guerra Fría
En esto último, García Covarrubias menciona lo siguiente: “Es indiscutible que el antagonismo existente entre Estados Unidos y la ex Unión Soviética durante la guerra fría, fue un factor que produjo la introducción de temas muy particulares en los programas de formación profesional de los oficiales de las fuerzas armadas (de Chile)".
La temática mencionada estaba orientada a enseñar las características y principios del empleo de unidades terrestres y aéreas en el campo operativo y táctico "en una guerra irregular interna, en la cual los irregulares contarían con apoyo logístico, ideológico externo.”
¿Demasiado similar a lo que se vive en estos meses en la región quizá?
El Nuevo Toltén
Ahora nos parece lejano el torpedeo del metro de Santiago, pero se lo puede ver, casi, como un nuevo Toltén, que ha obligado al Ejército de Chile a enfrentar una situación compleja.
En medio de la pandemia y con un plebiscito ad portas, conviene pensar con claridad las formas en las cuales los días de las tácticas de la segunda guerra mundial no necesariamente están atrás.
El Ejército en toda la región como se trata de manejar como lo ha hecho Chile en medio de lo que en otro artículo describiámos como la tercera guerra mundial:
Para mirar la forma pacífica con la que se viene gestionando el conflicto, y cómo -de seguro- se manejará el Ejército de Chile en medio de una gran conflictividad, conviene leer a profundidad a García Covarrubias en "El diplomático, el militar, el marino y el aviador... " (ver referencia abajo)
Hay, afortunadamente, un largo historial de formación frente a “la amenaza de conflictos” otrora proveniente de las acciones directas y encubiertas de la guerra fría mediante las cuales (desde la ex Unión Soviética de ese entonces) se “promocionaba en América Latina, Asia y África lo que ellos denominaron como «Guerras de Liberación Nacional»”.
Hoy, las cosas no deberían ser diferentes. La fuerza posiblemente se la tenga para lo disuasivo y la inteligencia posiblemente se use como arma letal y defensiva.
La historia es maestra de la vida.
Mirando cómo operó Chile en la segunda guerra mundial y cómo ha operado durante la guerra fría, podremos entender un poco mejor cómo actuarán sus fuerzas armadas en medio de la conflictiva y compleja situación actual.
Al fin y al cabo, Chile nunca ha perdido una guerra, y últimamente, se ha especializado en no perder guerras comerciales hasta situarse en el Club de los Países Desarrollados, como lo muestra el gráfico (arriba).
Se dice que sin balas se gana guerras y también se dice, como decía un amigo al salir de las fiestas dieciocheras liberado del "último terremoto" que "soldado que arranca sirve para otra batalla".
Si Chile logra "arrancar" (escaparse) de su desazón, seguro ésta será una guerra más ganada, misma que hoy por hoy no se puede perder bajo ningún pretexto interno o internacional.
Referencias
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