La mortalidad en Perú y la morbilidad Ecuador deben multiplicarse por 3 para tener una estimación más realista del peso de la enfermedad.
En Perú, según reporta la prensa española, desde el año pasado, existen dos cifras diarias dispares de fallecidos por COVID-19. Hasta este lunes, el Ministerio de Salud reportaba 62.674 muertos mientras que el Sistema Nacional de Defunciones (Sinadef) registra 170.882, casi el triple.
Para Ecuador, un estudio reciente de la Red Santa Cruz indicaba que las proporciones deben ser "recalculadas, de 3,4 a 1" en morbilidad, y de "1,4 a 1" en mortalidad.
Dicho estudio realizaba relaciones en salud, gasto público e ingreso nacional, comparado con Chile, cuyas cifras son confiables, al igual que con países Europeos, que tienen relación de 3 a 1 en niveles de gasto en salud: "El gasto en salud debe triplicarse para tener el nivel de los países desarrollados, pero antes que ello, las cifras de morbilidad de la mayor amenaza en salud parece que igual deben triplicarse, de modo que los debates partan de cifras confiables en lo estadístico".
Las diversas publicaciones coinciden en que no existe mala fe en los reportes, sino sub-registro, debido a la debilidad de testeo, asociada a la falta de inversión en salud, que era un fenómeno ya reportado por Bill Gates desde 2015.
Crecimiento, Inversión y Bienestar
El déficit de inversión en salud y protección del capital humano, se debe a las debilidades de crecimiento de los países, al enfocarse en materias de relevancia para sus líderes pero ajenas al interés de su población.
Si bien el exceso en mortalidad no se ha convertido en un limitante para el crecimiento, con lo cual no se tiene un círculo vicioso (todavía), las 6 lecciones que deben quedar en claro, para evitar pobreza crónica y escenarios de fallo de estado y desastre político y social, dada la debilidad económica actual y esperada hasta fines del 2022, son las siguientes:
1. Se debe invertir desde el estado no solo en vacunación, sino en testeo.
2. Se debe permitir que el sector privado pueda invertir en salud y proveer en complemento.
3. Desde lo público se debe invertir menos en obra pública y más en salud.
4. Desde lo privado se debe participar en alianzas público - privadas no solo en obra pública sino sobre todo en salud.
5. Se debe acordar políticas en conjunto con la academia y la comunidad, no solo entre estado y mercado.
6. Las políticas públicas propuestas por izquierda, derecha y centro, deben ser más liberales, de modo de no caer en trampas de ineficiencia y corrupción.
Sin un cambio de políticas, seguiremos teniendo lentitud en el crecimiento y expulsión de la inversión, como ocurre en varios países de América Latina y del planeta, que hoy miran cómo muere su población sin remedio y sin un lugar donde se les pueda enterrar con dignidad.
Estas conclusiones, basadas en investigación, se las resume aquí, de modo de ayudarnos a razonar en forma conjunta sobre la importancia de tener mejores estadísticas, mejor dotación, más reportes y mayores presupuestos, mucha más inversión, y mejores políticas, con priorizaciones incrementales de impacto no solo social, sino privado, que nos brinden los resultados de salud y bienestar que todos esperamos.
Saludos,
Roberto Salazar,
Editor ADN@+ / CFO Red Santa Cruz / CEO Hexagon Group
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