Ayer terminó un capítulo esperado por Quito: la salida de su Alcalde Jorge Yunda.
Su Vice-Alcalde, Santiago Guarderas tomó posesión, tras quedarse sin medidas cautelares desde su apelación a la justicia el ex Alcalde, que había sido removido por el concejo de ediles de la Capital de Ecuador.
Justamente ayer terminábamos una investigación sobre liderazgos y convergencias, y consultábamos al Diálogo Hexagonal sobre la posibilidad de que líderes de cualquier tendencia puedan encabezar instituciones si están judicializados. Hace algunos años esto hubiera sido impensable, pero nos sorprendió mirar que Dentro de la izquierda / progresismo haya un 6% de respuestas en favor de "Líderes que gobiernan hoy por hoy, judicializados o no" en respuesta a la pregunta de: ¿Quién puede lidiar mejor con la crisis regional?
La caricatura de BONIL se cuenta sola: hay dos buenos liderazgos, el de Carapaz que hizo podio en el Tour de Francia, y el de Guillermo Lasso, que ha convertido en Ecuador, en campeón mundial en velocidad de vacunación (tras el retraso generado durante el gobierno pasado). La caricatura se complementa con dos liderazgos caídos en desgracia y judicializados en proceso y en fin: el de periodistas acusados por indígenas de "racistas" y el de un alcalde con ancestro indígena aferrado a un cargo en el cual se ha llegado a defender mencionando que lo quieren sacar de allí por "racistas".
Yunda se va no por racismo, sino por un tema valórico. Los periodistas de La Posta salieron de TC Televisión por lo mismo.
Es bueno que en Ecuador se estén recuperando los valores que hacen campeones a los campeones, y queden en evidencia y alejados quienes no tienen valores y quienes jamás serán campeones, o jamás lo fueron, realmente, en términos de servicio real e impacto para la sociedad y sus instituciones.
Roberto Salazar
ADN@+
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