Un mundo sin políticos ajenos a las comunidades es posible.
Sin embargo, pensar en destruir las castas es inoficioso: más que nada, es un discurso y no una realidad viable.
UNA CASTA COMUNITARIA
Los seres humanos viviremos siempre en sociedad, y la sociedad humana siempre tendrá castas, y si en algún momento éstas se perdieran, más pronto que tarde, las mismas se reinventarán.
Lo importante no es qué y cuánto producen, ó cómo lo hacen, sino para quién producen.
¿PRODUCIMOS PARA LA COMUNIDAD?
¿Está la casta cerca de la comunidad?
¿Vemos a la comunidad como la base de la sociedad?
¿Vemos a la familia como el fin de la existencia de la comunidad?
¿Entendemos que la comunidad puede ser de cualquier tipo?
¿Hemos creado cercanía entre la casta y las comunidades?
Si respondemos "sí" a las cinco preguntas previas, la casta será comunitaria, y servirá a un fin público.
¿PIERDE LIBERTAD LA FAMILIA EN TODO ESTO?
La familia es el centro de lo privado. La comunidad es el centro de lo público.
Cada familia, privadamente, lucha por ser libre y liderar en su comunidad dentro de la legalidad que le impone su pertenencia a esta última.
Ceder poder (y libertad) desde las familias hacia las comunidades (incluidas las comunidades de negocios), es un costo mínimo, frente a ceder libertad desde las familias hacia las instituciones estatales (incluidas las de las autoridades comunales).
VOLVIENDO A LA COMUNIDAD COMO NÚCLEO DE LO PÚBLICO
Ciertamente, la comunidad -en cuanto a núcleo de lo público- es el verdadero centro.
Sin embargo, a través de los años, las comunidades, merced a las leyes y las platas, que les quedan lejanas, han ido perdiendo el control de los niveles superiores a la cebolla de lo público.
Así, hoy por hoy, las capas más lejanas al núcleo lucen cada vez más podridas, más sucias.
DESCENTRALIZACIÓN Y COMUNIDAD
Por ello, la descentralización es necesaria, de modo de acercar los poderes globales y nacionales, regionales, provinciales, o cantonales, hacia lo parroquiano, y en último término, hacia lo comunitario.
CASTA COMUNITARIA: PODER Y DINERO...
En la práctica, la moneda tiene dos caras en cuanto a descentralización: poder y dinero.
EL PODER
El poder se descentraliza a través de las leyes. El dinero se descentraliza a través de las inversiones.
Para crear una casta comunitaria, es necesario tener un poder legislativo que obedezca a las comunidades que le dan constitucionalidad a sus representantes: que les constituyen como legisladores. La tecnología está logrando aquello, poco a poco: demoliendo a las autoridades legislativas que son capturadas por el centralismo absorbente en lo parroquiano, en lo cantonal, en lo provincial, en lo regional, en lo nacional, en lo continental, o en lo global.
EL DINERO
Lo anterior es necesario, pero no suficiente. Sería como querer -por ejemplo- controlar la violencia o la injusticia vía leyes y estado.
Para tener una descentralización suficiente en lo político, es necesario descentralizar no solo lo jurídico, sino lo económico: acercando los proyectos hacia las comunidades, construyendo alianzas público-privadas-comunitarias, donde estas últimas sean las accionistas mayoritarias de los proyectos de inversión.
CREANDO CASTAS VÍA INVERSIONES DE IMPACTO
Las inversiones de impacto, así construidas, con base y casta comunitaria, pondrán a trabajar a los privados como empresas ancla para mejorar la productividad privada en favor de las familias, al aportar con tecnología y capacidad de exportación entre territorios.
Dichas inversiones de impacto, por supuesto, pondrán también a trabajar a los públicos como legisladores ancla para mejorar las flexibilidades que permitan que las comunidades indígenas, religiosas, deportivas, tecnológicas, culturales, políticas en sí mismas, ambientales, territoriales, económicas, financieras, y por supuesto, sociales, puedan tener más autonomía, y puedan ser así, libres, líderes, y legales.
Es conocido que el crecimiento del producto interno bruto de los países proviene de la suma de pequeños crecimientos del producto familiar bruto de las comunidades.
Organizarse en torno a las castas comunitarias es necesario para vencer a la violencia y hacer las paces.
Adelante siempre!
ADN@+ / Santiago, Chile
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